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Pollos: la industria prevé menos producción por la caída de exportaciones

El presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas, Roberto Domenech, afirmó que el consumo por habitante se mantendrá en 48 kilos por habitante en 2021.

Industria avícola
Los trabajadores lograron un aumento adicional del 12%. | Federación de la Carne

La producción de carne de pollo en 2021 caería un 3,5% con respecto al año pasado, cuando se registraron 2,36 millones de toneladas, debido a la caída de las exportaciones, señaló Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA).

En 2019, los envíos al exterior eran de 27 mil toneladas mensuales. A partir de la pandemia en 2020, cayeron a 22 mil y en 2021 están promediando los 18,5 mil toneladas. “Después de siete meses de caída permanente  mes a mes, en junio ha repuntado un poco, en el orden del 5% en toneladas y otro tanto en el nivel de facturación. Es un año un poco más estable, creemos y esperamos confiados en que esto pueda empezar a cambiar”, afirmó Domenech.

Inflación: cada vez más argentinos eligen el pollo antes que la carne vacuna.

El presidente del CEPA afirma que a pesar de la baja en la producción, el mercado interno continuará abastecido de la misma manera. En 2020, de las 2,36 millones de toneladas producidas, se exportaron 245 mil y el resto quedó para el mercado interno, generando un consumo de 48,7 kilos por habitante/año”.

Roberto Domenech

Para el empresario, “en condiciones generales, este registro de consumo está entre los más altos del mundo, en un país donde a esos kilos de pollo se le suman 50 kilos de carne vacuna, 17 kilos de cerdo y 3 a 4 kilos de cordero, es un consumo de carnes total de casi 120 kilos que supera solamente Estados Unidos”.

Por qué cayeron las exportaciones

La reducción de las exportaciones tiene varias razones, tanto en el panorama externo como interno. Por un lado, Brasil devaluó su moneda y pudo vender su producción a pesar de la caída en el precio internacional. Por otro lado, aumentaron los costos de producción para los industriales argentinos debido al incremento en los precios de la soja y el maíz. A ello debe sumársele que las exportaciones avícolas pagan 9% de retenciones por derechos de exportación.

Argentina es uno de los cinco países donde se consumen más carnes.

“Nosotros exportamos muchos impuestos, con tasas que están incluidas en los combustibles, impuestos municipales en la tarifa de electricidad. En Entre Ríos, la energía eléctrica es una de las más caras del país. Una empresa mediana consume 15 millones de pesos mensuales y pagamos 8% de tasa municipal. Hace seis años eso se compensaba con un reintegro de 4,5 a 5% luego quedaron en cero. Tenemos que seguir reclamando pero en este momento nuestro principal esfuerzo está dado en mejorar inversión en infraestructura para ser más eficientes”, afirma Roberto Domenech.

Incentivos financieros del Gobierno Nacional

Pocos días atrás, el Directorio del BCRA decidió ampliar la línea de "Financiación de proyectos de inversión" con tasa bonificada de 30% a todas las empresas, sin importar su dimensión, que realicen inversiones destinadas a incrementar la capacidad productiva de carnes de pollo y cerdo.

Al respecto, el presidente del CEPA opinó que esta medida es muy importante para la industria avícola porque “por primera vez desde 2010, cuando el sector recibió créditos del Bicentenario, volvemos a tener una línea específica para el sector. Se destinarán dos mil millones de pesos para financiar inversiones con plazos entre seis y ocho años y con tasas subsidiadas. Ya están los primeros proyectos aprobados de 10 y 9 millones de pesos y pensamos que habrá muchos proyectos”. 

El directivo considera que la infraestructura hoy hace la diferencia en la productividad. Partiendo de la misma genética, alimentación, sanidad y cuidados, “en galpones deteriorados se obtienen resultados malos, en los normales son buenos y en los de última generación se son excelentes. La calidad de la inversión en la construcción y la forma en que se crían los pollos en los galpones de última generación está la clave. Con estos galpones no estaríamos discutiendo las retenciones ni los costos impositivos”.

CP