En los últimos años, las elecciones alimentarias de los argentinos han estado cambiando y aquí buscamos desentramar una serie de dudas y preguntas frecuentes en la era de los veganos, vegetarianos y flexitarianos.
Un estudio reciente, realizado por la Unión Vegana de Argentina, reveló que el 12% de la población del país de la carne es vegana o vegetariana. ¿Pero qué quieren decir estos términos? Empecemos por algunos conceptos básicos. ¿Cuáles son las diferencias entre una persona vegana, vegetariana o flexitariana?:
El veganismo es un principio ético de respeto hacia los demás animales, por considerarlos seres dignos de consideración moral. No sólo busca eliminar al máximo productos que provienen de la explotación animal para alimentación, sino en todas sus formas (vestimenta, entretenimiento, experimentación y otros).
Veganismo: estar bien informados es clave.
Una dieta basada en plantas es una forma de alimentación que excluye todos los productos de origen animal – tales como carne, peces, lácteos, huevos y también miel y ciertos colorantes, como el carmín, que es hecho de insectos. Los veganos siguen una dieta a base de plantas, pero no todas las personas que siguen una dieta a base de plantas son veganas.
Vegetarianismo
El vegetarianismo es el régimen alimentario que tiene como principio dejar de consumir cualquier tipo de carne animal pero no excluye a los derivados como los lácteos, los huevos y la miel.
Flexitarianismo
El flexitarianismo es la práctica de ser "flexible", eligiendo consumir alimentos a base de plantas de manera regular y prioritaria, pero no excluyendo totalmente el consumo de productos de origen animal.
Fácilmente podemos pensar que estos cambios de hábitos corresponden a tiempos recientes. Sin embargo, el veganismo y las dietas basadas en vegetales no son nuevas en el mundo. Muchas culturas antiguas lo han hecho desde siempre. Tomemos a los hindúes, algunas tradiciones budistas, taoístas y jainistas, quienes han promovido durante mucho una alimentación libre de productos animales o, al menos, vegetariana, como un principio de no-violencia y compasión con todos los seres.
En mi historia personal, hace 11 años decidí hacerme vegana por respeto a los animales. Como muchos, me preocupaba informarme bien y llevar a cabo una transición exitosa, sin que representara un problema para mi salud.
Todos crecimos en familias que creían que los veganos enfermaban por falta de proteínas, que dejar la carne, la leche y los huevos significaba renunciar a gran parte de los platos disponibles y, en general, que una comida 100% vegetal sería insípida, incompleta y débil a nivel nutricional.
Camino al veganismo
Para superar estos mitos, centré mi búsqueda en recetas cien por ciento veganas y descubrí una gama de especias, ingredientes y sustitutos que desconocía. Invito al lector a que piense en lo siguiente: ¿ha notado que gran parte de su comida ya es vegana? Legumbres, verduras, hortalizas, cereales, frutas, nueces y semillas. ¡La lista es extensa y está al alcance! Cuando hablo de una alimentación a base de plantas no me refiero a alimentos exóticos o productos ultra procesados, se trata de lo que usted puede encontrar en su plaza de mercado y que resulta significativamente más económico.
Según un estudio realizado por científicos del Departamento de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins, una de las instituciones de mayor reputación en el mundo, las personas que han llevado una alimentación con más alimentos vegetales y menos productos animales tuvieron un riesgo menor de enfermedades cardíacas y mortalidad cardiovascular. El estudio analizó datos de más de doce mil adultos entre 1987 y 2016.
Otro estudio de la Universidad de Oxford obtuvo resultados similares: consumir una dieta vegetariana se asoció con una incidencia menor del riesgo de enfermedad cardíaca, así como un colesterol y una presión sanguínea más saludable. Este estudio midió datos de más de 44 mil personas.
Las consecuencias también se extienden al medio ambiente: la ganadería es responsable de más de mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero de todo el sistema alimentario global y genera una explotación intensiva de recursos indispensables como el agua y la tierra.
Estas y muchas otras razones, respaldadas por la ciencia y por organismos internacionales, han conseguido que la alimentación a base de plantas se torne cada vez más popular y apoyada por la comunidad científica. Algunas de las asociaciones médicas más importantes del mundo, como la Academia de Dietistas de los Estados Unidos, la Academia Española de Nutrición y Dietética, Academia Americana de Pediatría, han públicamente dicho que una dieta vegana balanceada puede ser saludable en todos los estadíos de la vida.
Siempre que se cuente con información sustentada en evidencia científica, es posible disfrutar de los beneficios de este tipo de alimentación, al tiempo que ayudamos al medio ambiente y podemos salvar las vidas de numerosos animales.
Desde Sinergia Animal ofrecemos un programa de acompañamiento, supervisado por una nutricionista especializada, donde las personas reciben información de manera gratuita sobre alimentación, recetas y derechos de los animales. Las inscripciones pueden ser hechas en www.desafío21diasveg.com.
Para los lectores interesados, también hay informaciones valiosas en páginas en Instagram de profesionales de nutrición especializados a: Nutricionista Constanza Romero @panconhummus, Dra. Marcela Manuzza @nutricionistamanuzza, Lic. Ro Hernandez @nutriloca, Dr. Eugenio Viviani @totovivianirossi, Lic. Agustina Mori @nutricionistavegana_agustina, Lic. Fiorella Vitelli @fiovitelli y Lic. Hernán Maroni @hernan.nutricion.
Romina Viscarret es Gerenta de comunicaciones y asuntos corporativos de Sinergia Animal Argentina.
LM
