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Economías regionales

Yerba mate: la sequía y la falta de mano de obra condicionan la cosecha

A los menores rendimientos se les suma la complicación de conseguir obreros temporarios que no quieren perder sus planes sociales.

Aumento en la yerba mate procesada y en consumo interno en los primeros siete meses del año.
Aumento en la yerba mate procesada y en consumo interno en los primeros siete meses del año. | Super CAMPO

Cristian Klingbeil, presidente de la Asociación de Productores de Misiones (APAM), se refirió a los problemas que están enfrentando los productores de yerba mate en la provincia, que tienen que ver con las condiciones cultivo y la falta de mano de obra.

En cuanto a la recolección, el productor señaló que “tenemos pérdidas de hasta 25% en rendimientos por la falta de lluvias del año pasdo. El año pasado no fue bueno y éste es peor, así que seguramente impactará en el precio de la yerba en góndola”.

Yerba mate: el 39% del precio en la góndola son impuestos.

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Otro de los inconvenientes que atraviesan los yerbateros es la dificultad para conseguir mano de obra para realizar la recolección de la materia prima, debido a que los trabajadores pierden los planes sociales que vienen cobrando y, al terminar la labor temporaria, quedan varios meses hasta volverlos a tener.

“Por la incompatibilidad de los planes sociales, o se contrata en negro o no tenés trabajadores para levantar la cosecha. Eso trae muchos riesgos, pero lo obreros prefieren perder la cobertura social y los aportes, antes que perder un plan social”, afirmó Klingbeil. 

“Por ley, las asignaciones sociales no le permiten tener trabajo en blanco a las personas que lo reciben porque pierden el plan“, aseveró Pablo Vernengo, director ejecutivo de Economías Regionales de CAME. 

Basterra admitió que faltan cosecheros por temor a perder los planes sociales.

La cosecha de yerba se realiza desde diciembre hasta septiembre, ya que en octubre y noviembre está prohibida. En este proceso intervienen unos 16 mil obreros. En los meses que no trabajan, los obreros cobran un subsidio. 

“En los hogares con familias numerosas se cobran varios planes que suman bastante y cuando al obrero se le propone trabajar como registrado, tiene miedo de perder alguno de esos planes”, agrega el productor misionero.

Perjuicios

Según Klingeil, el único perjudicado el productor, “porque se arriesga a tener al obrero en negro con todos los problemas que ello implica y si cae una inspección es el único castigado. El productor está desesperado por levantar su cosecha”.

Las asociaciones de productores ya han planteado esta problemática, incluso ante el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. “Hace casi un mes que estuvo Luis Basterra y reconoció la problemática. Uno habla con los intendentes y reconocen la situación, pero no salen a decirlo públicamente. Al Estado le cuesta reconocer que le ponen palos en la rueda a los pequeños productores”. 

LM