El desempleo obsesiona a Suecia años tras el auge migratorio
La tasa de desocupación no ha podido volver todavía a los niveles previos a la crisis financiera.
Pese a la expansión más prolongada en cuatro decenios, el desempleo en la mayor de las economías nórdicas no ha podido volver todavía a los niveles previos a la crisis financiera. La tasa de desocupación ronda más del 6 por ciento, muy por encima del nivel que alcanza en sus vecinos escandinavos y en potencias económicas globales como Alemania y EE.UU.
“Suecia se destaca”, dijo Robert Bergqvist, economista jefe de la entidad crediticia SEB AB. “Si analizamos el desempleo, la curva en Suecia en realidad subió, mientras que en muchos otros países comparables está cayendo a niveles que no veíamos desde hace quizá 40 o 50 años”.
Esto presagia problemas ya que el crecimiento económico tanto nacional como europeo muestra signos de enfriamiento. Al mismo tiempo, el país se halla en medio de una crisis política total sin un gobierno viable a dos meses de una elección que no tuvo un resultado concluyente.
Suecia ha tenido grandes superávits, pero sus finanzas públicas son vulnerables al aumento del desempleo debido a su generoso sistema de beneficios.
Encontrar empleo
Si bien se apresta a elevar las tasas de interés por primera vez en siete años, el banco central predice ahora que la tasa de desempleo prácticamente tocó fondo y se prevé que subirá a 6,6 por ciento hacia 2021. Adjudica el aumento a las dificultades que se enfrentan a la hora de encontrar trabajo.
“En la actualidad, un porcentaje relativamente grande de desocupados está integrado por personas que, en promedio, alcanzan una tasa de colocación más baja, por ejemplo, las nacidas fuera de Europa”, dijo el banco en su último Informe sobre Política Monetaria. “Se prevé que esta proporción de la fuerza de trabajo aumentará en el futuro cercano”.
El país de apenas 10 millones de habitantes se convirtió en un refugio para migrantes que huían de la guerra y también ha venido importando mano de obra para cubrir empleos: en los últimos cinco años aceptó un total de 600.000 inmigrantes. La fuerza de trabajo creció 7,8 por ciento desde comienzos de 2014, en comparación con 4,7 por ciento en Dinamarca y 4,9 por ciento en Noruega.
Ocupación récord
En cierto modo, Suecia puede agradecer las abultadas tasas de crecimiento económico en años recientes al auge de la inmigración pero, si se analiza per cápita, el país está actualmente rezagado. No obstante, los trabajadores extranjeros han contribuido a cubrir muchos empleos, en particular en el sector de la salud y el cuidado de personas mayores. Los niveles de empleo se ubican en niveles récord, llegando al 68 por ciento de la población. Esto también se debe a que muchos suecos optan por permanecer en la fuerza de trabajo hasta una etapa tardía de la vida.
Aunque el desempleo entre los suecos nativos asciende al 4 por ciento, la cifra para los nacidos fuera del país supera el 15 por ciento. Según los economistas este gran desajuste entre las necesidades de los empleadores y la calificación de quienes buscan trabajo ha incrementado el riesgo de que la desocupación se vuelva estructural.
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