Venezuela desafía las sanciones de EEUU e importa petróleo iraní
Un petrolero está descargando condensado iraní para Venezuela mientras ambos países continúan evitando las trampas de las sanciones de Estados Unidos.
El barco, identificado como Honey, apagó su señal satelital y comenzó a descargar el sábado cerca de 2 millones de barriles de condensado de South Pars en Puerto José, controlado por el Estado de Venezuela, según un informe y una persona con conocimiento de la situación.
Lo más probable es que la carga sea utilizada por la petrolera estatal Petróleos de Venezuela SA para ser mezclada con un crudo venezolano similar al alquitrán y para ayudar a apuntalar la producción en la faja petrolera del Orinoco.
Venezuela, miembro fundador de la OPEP y que alberga de las reservas de petróleo más grandes del mundo, ha enfrentado dificultades para evitar una caída en la producción después de que EE.UU. impusiera sanciones que cortaron el acceso a equipos y compradores de su petróleo. La producción cayó a 339.000 barriles por día en julio, el nivel más bajo registrado desde la década de 1910, según datos de la OPEP y del Gobierno compilados por Bloomberg.
Esta es la primera vez que Venezuela importa crudo desde Irán, aunque es gasolina importada. También es la primera importación de petróleo del país desde abril de 2019, cuando recibió un paquete de petróleo nigeriano Agbami para mezclarlo con su crudo pesado y producir su famoso Merey 16, la mezcla más exportada del país.
Es la primera vez que Venezuela expota crudo desde Irán
Las importaciones se utilizan para compensar la disminución de la producción de petróleo ligero de Venezuela, que se usa para fabricar Merey, o para usarlo como diluyente y mezclarlo con tipos viscosos de crudo para hacerlos más comercializables.
El Ministerio de Comunicación e Información de Venezuela, PDVSA y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán no devolvieron llamadas ni correos electrónicos en busca de comentarios.
EE.UU. ha estado intensificando las sanciones, dejando poco margen para que las empresas trabajen con el régimen del presidente Nicolás Maduro.
El mes pasado, EE.UU. confiscó cuatro petroleros que transportaban gasolina iraní con destino a Venezuela en una medida sin precedentes de la Administración Trump. Los petroleros trasladaban 1,116 millones de barriles de crudo, que fueron confiscados después de la ayuda de “socios extranjeros”, informó el Departamento de Justicia en ese momento.Después de que las empresas rusas Rosneft Trading SA, TNK Trading SA y la mexicana Libre Abordo SA de CV cortaran lazos con el régimen, Caracas amplió sus negocios con Irán.
En lo que va de este año Teherán ha suministrado 1,5 millones de barriles de gasolina a PDVSA y alimentos para el primer supermercado iraní en la nación sudamericana.
La escasez de gasolina está obligando a los venezolanos a hacer colas durante horas e incluso días, mientras Caracas se ve afectada por racionamientos. La perspectiva de un agravamiento de la escasez de combustible y un aumento del malestar social en el país ha hecho que PDVSA deba luchar por reanimar una red de refinamiento paralizada por años de mala gestión.
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