Recorte del consumo

Aldo Abram sobre el consumo: “La merma viene desde el segundo trimestre”

En cuanto a lo que se refiere a una situación límite, el economista aseveró que, “los pobres ya no pueden consumir ni lo básico”.

Aldo Abram mencionó que la retracción del consumo no es un fenómeno reciente: “La merma viene desde el segundo trimestre” (Cedoc)

El economista, Aldo Abram, dialogó con Canal E e hizo hincapié en que la economía argentina atraviesa un momento de transición marcado por la caída del consumo, la cautela de los hogares y una expectativa moderada de recuperación.

Según Aldo Abram, la retracción del consumo no es un fenómeno reciente. “La merma en el consumo viene desde el segundo trimestre”, explicó, y remarcó que responde a un comportamiento defensivo de la sociedad frente a la incertidumbre económica. “Cuando vimos venir una crisis, lo que hacemos los argentinos es armar un colchoncito de dólares”, sostuvo.

Ahorrar dólares, el mecanismo de defensa que persiste entre los argentinos

En ese sentido, detalló que este comportamiento no es nuevo ni irracional: “Es un mecanismo defensivo que hemos adquirido a lo largo de décadas”. Frente al temor a una crisis, explicó, los hogares reducen gastos no esenciales y priorizan el ahorro, lo que provoca una caída general del consumo. “Eso hace que la demanda interna se desplome”, afirmó.

Abram aclaró que esta retracción no afecta por igual a todos los rubros. “La gente no dejó de comer ni de comprar medicamentos”, explicó, pero sí postergó consumos como cambiar el auto, refaccionar la vivienda o renovar electrodomésticos. “Todo eso es lo que después empezó a mejorar”, señaló, cuando la percepción de riesgo comenzó a disminuir.

La delicada situación de las personas con menos recursos

Sin embargo, advirtió que una parte de la población quedó fuera de ese proceso: “Los pobres ya no pueden consumir ni lo básico”, remarcó, y explicó que el repunte se dio entre quienes lograron mantener ingresos suficientes y comenzaron a recuperar cierta previsibilidad.

Para el entrevistado, el punto de inflexión estuvo marcado por el proceso electoral. “A medida que se fue disipando el miedo y se confirmó un rumbo, la gente empezó a sentirse más cómoda”, Comentó. Esa mayor previsibilidad permitió que parte de los ahorros en dólares comenzaran a volcarse nuevamente al consumo. “Los dólares no dan placer; lo que da placer es consumir”, afirmó.

En cuanto a las perspectivas, se mostró moderadamente optimista. “Creo que la gente va a tener cada vez más confianza”, dijo, y vinculó esa expectativa a señales políticas e institucionales. “Hay un Congreso que empieza a mostrar consenso en temas clave, como el equilibrio fiscal”, sostuvo.