Hitler: ¿curador de arte?
En 1937, en Munich, se llevó a cabo una muestra que recibió el nombre de "Entartete Kunst" o Arte degenerado. Entre las 567 obras de los 112 artistas expuestos había cuadros de Kandinsky. Muchos de los epígrafes que señalaban la "obscenidad, locura, blasfemia y negritud" fueron elaborados por el propio Führer.
Entre las 567 obras de los 112 artistas que reunió la Entartete Kunst o Arte degenerado, nombre que recibió la exposición realizada en Munich en 1937 y de la cual derivó esa expresión adoptada por el régimen nazi en Alemania para describir prácticamente todo el arte moderno y prohibirlo en favor de lo que ellos consideraban “arte heroico", había cuadros de Vasili Kandinsky.
Esa muestra fue “curada” por Adolf Hitler, ya que muchos de los epígrafes de las obras fueron de su autoría y señalaban la “obscenidad, locura, blasfemia y negritud (Verniggerung)” del estilo que fue prohibido, considerado “no alemán” por su impronta judía y bolchevique. Además, los cuadros se colgaron torcidos y en las paredes estaban escritor insultos a los artistas. Entre los artistas “degenerados”, entonces, estaba el pintor ruso que había nacido en Moscú y se había posicionado en el lote de los artistas de vanguardia que el nazismo odiaría con todas sus fuerzas.
A la luz de la historia del arte del siglo XX, esa exhibición hubiese sido el sueño de cualquier museo y el corpus de artistas, la envidia de cualquier colección. Sin embargo, la muestra que abrió en Munich a cuatro años de la llegada al poder del Führer mucho con la Gran Exposición de Arte Alemán que inauguró en la misma calle y al mismo tiempo. Frente a esta estética que sí parecía representar ese espíritu alemán, esa monumental apuesta que reunía al arte moderno, abstracto, vanguardista y, por ende, degenerado, era un gran ejemplo pedagógico para lo que no había que hacer. En vez de censurar, al menos en esta ocasión ya que luego fueron destruidos y exiliados, cuadros y pintores, el régimen mostró lo que era “repugnante” y “producto aberrante de la mente de judíos y bolcheviques”.
Kandinsky estaba en Munich desde principios de siglo XX, cuando dejó Rusia y su carrera de abogado para dedicarse a la pintura tiempo completo. En 1917 volvió a Rusia y participó de varios proyectos culturales para la Revolución de Octubre, pero se peleó y regresó a Alemania, pero duró poco: en 1931 los nazis comenzaron las persecuciones a los artistas de la Bauhaus, entre muchos. A los pocos años se fue a vivir con su tercera esposa a Francia. Murió en 1944 sabiendo que Hitler pensaba que sus obras parecían las de un niño de 8 años.
También te puede interesar
-
A 45 años de "El Resplandor": el clásico de Kubrick que Stephen King nunca terminó de aceptar
-
A 45 años del saqueo al Museo Nacional de Bellas Artes: la noche de Navidad, la brutal cacería de inocentes y el negocio del arte robado
-
La Navidad más extraordinaria
-
La Natividad de Jesucristo, el nacimiento que dio origen al corazón del cristianismo
-
De demonios alpinos a troncos que "defecan": las 10 tradiciones navideñas más insólitas del planeta
-
Pablo Picasso y Andy Warhol encabezan desde hace 10 años la lista de artistas más buscados: cómo sigue la lista
-
El Kempes vuelve al centro de la escena: con grandes recitales posiciona a Córdoba en la agenda artística
-
De Francisco a León XIV: el libro que revela en detalle un cónclave histórico
-
De San Nicolás a Papá Noel: la fascinante historia y transformación del personaje navideño mundialmente conocido
-
San Delfín de Burdeos, el obispo que custodió la fe en la víspera de la Navidad