Petroleros llaman a mantener sólo las guardias mínimas de producción

El apoyo de la CGT escaló a comunicado recién al anochecer. Tras la cuarentena obligatoria anunciada por Alberto Fernández, la Central acordó dar un espaldarazo genérico al gobierno. Pero el texto tardó en ser consensuado por la dirigencia sindical. “Expresamos apoyo a las medida excepcionales”, arranca el escrito. Y agrega: “Los trabajadores argentinos organizados asumimos el compromiso que la epidemia nos impone”.

El respaldo de CGT a su vez se metió tibiamente en un aspecto algo incómodo y difuso del anuncio presidencial: qué trabajadores deben guardar cuarentena hasta el 31 de marzo.

“Los de aquellas actividades que deban continuar con sus tareas para garantizar los servicios esenciales redoblarán esfuerzos”, aclaró la Central. Pero agregó: “Los exceptuados de prestar servicios guardarán aislamiento”.

El secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, consideró que sus representados entraban en esta última categoría.

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En un mensaje de audio, Pereyra bajó línea: “Se debe mantener las guardias para mantener la producción. En ningún lugar se señala que tiene que seguir las fracturas y los equipos de perforación. El resto, como los equipos de fracturas, de perforación, se paraliza”. Al final del audio de WhatsApp, planteó: “Paren todo y transmitan a los demas delegados de las tres provincias. Las empresas son las responsables de la movilización, sino serán simples espectadores”.

El líder de los bancarios, Sergio Palazzo, a su vez aclaró que una “dotación mínima” debía trabajar, para garantizar trámites virtuales y el abastecimiento de cajeros electrónicos. Por fuera de la CGT, el combativo cuerpo de delegados de Línea 60 exigió medidas de seguridad para los empleados.

Los cegetistas Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (de estaciones de servicio), el metalúrgico Antonio Caló y el portero Víctor Santa María, entre otros, se reunieron ayer con el ministro de Salud Ginés González García. Le dieron su respaldo y ofrecieron la estructura de hoteles sindicales para que funciene como una red sanitaria.