Efemérides 23 de septiembre,

Derechos conquistados por las mujeres

Hace 78 años se promulgó la Ley Nº 13.010 que estableció el voto femenino y en las primeras elecciones en las que se hizo efectivo, “se eligieron veintiséis legisladoras nacionales y muchas más en las provincias”, recuerda la autora.

Elecciones 26 de octubre: ¿Qué dicen las encuestas? Foto: REPERFILAR

Este 23 de septiembre se cumplen 78 años de la promulgación de la Ley 13.010 de voto femenino. Justo dos semanas después de la elección legislativa provincial del 7 de septiembre que tuvo como resultados un triunfo contundente y esperanzador de Fuerza Patria y una derrota ejemplar para La Libertad Avanza.

Seguramente los análisis respecto a la composición del voto confirmarán que fueron mayoritariamente las mujeres —de todas las edades— las que optaron por la propuesta liderada por el peronismo y nuestro gobernador Axel Kicillof; y que, de manera masiva, rechazaron a la extrema derecha, que no sólo nos hace cada día la vida más difícil, sino que además se da el lujo de vociferar a boca de jarro que debemos terminar con las mujeres que quieren autonomía y ejercer una profesión para volver a las “amas de casa” mantenidas por algún señor mayor. 

No nos hacen promesas, en verdad nos amenazan con un futuro cargado de prejuicios, discriminaciones y violencias. La imagen propuesta por el presidente de la Nación fue pintar de violeta la provincia de Buenos Aires.

Marcó un antes y un después en la ciudadanía política de la mitad de la población y también en la vida social, cultural y política de nuestro país"

Eso, gracias a la sabiduría de nuestro pueblo, no ocurrió. Celeste y blanco fue lo que predominó en la provincia de Buenos Aires, pero ya volveré a una reflexión final sobre los colores.

Aquel avance de mediados del siglo pasado en los derechos políticos de las mujeres no se quedó sólo en el acto de votar. Marcó un antes y un después en la ciudadanía política de la mitad de la población y también en la vida social, cultural y política de nuestro país. El momento de votar es fundamental, supremo, en el que todas las personas valemos por igual. 

Por qué la Ley 13.010 del Voto Femenino se conoce como “Ley Evita”

Pero la construcción de la democracia es mucho más que un punto de llegada, expresa también un nuevo punto de partida. En cada fecha llegamos a votar desde muchas formas de construcción de relaciones de poder, de participación, de reconocimiento, de organización. Evita lo entendió claramente así, por eso convocó a las mujeres a organizarse en el Partido Peronista Femenino e instruyó a las censistas a recorrer cada rincón de Argentina para que las mujeres pudieran empadronarse y hacer efectivo y universal ese sufragio que también incluía el derecho a ser elegidas. 

La respuesta fue contundente: en el año 1951, en las mesas femeninas, la fórmula Perón-Quijano triunfó por más del 60% de los votos, se eligieron veintiséis legisladoras nacionales y muchas más en las provincias.

Estamos viviendo tiempos muy distópicos en nuestro país, con un gobierno nacional que no deja de asombrarnos por la negativa. Están profundizando una bancarrota económica, institucional y moral con una velocidad tan extrema que hasta Colapinto envidiaría alcanzar. 

Más allá de la ironía, son realmente graves y duraderas las consecuencias de este modelo de despojo, súper endeudamiento y profundización de las desigualdades, conjugados con la violencia política, simbólica y el regodeo en el abandono y la crueldad frente a las personas que sufren.

También vivimos un tiempo en el que avanzan las resistencias en las calles, abrazando luchas como la del Garrahan, las personas con discapacidad, las y los jubilados, las universidades públicas. En el Congreso nacional, parando los vetos y los decretos arbitrarios de Milei con mayorías abrumadoras. 

Y en las elecciones bonaerenses, dando un mensaje ejemplar de necesidad y aires de nuevo tiempo. Una elección por primera vez desdoblada, un triunfo del peronismo luego de veinte años de perder en las elecciones de medio término, la conquista de más de 100 municipios, incluso en localidades donde nunca habíamos ganado, un voto que claramente rechazó a LLA pero que tuvo una opción que es Fuerza Patria. 

A todo esto, hay que sumarle el protagonismo de las mujeres de a pie. Las que ya lo sabían y ratificaron que la salida no es por derecha, no es con discursos de odio, sin Estado y con individualismo. Un piso para seguir camino a la nueva parada que es el 26 de octubre. Un tiempo con la necesidad cruciald e no dejar avanzar la entrega de nuestra soberanía, de nuestra identidad, de nuestra Patria en el Congreso Nacional. Un camino que vamos a transitar, más temprano que tarde, con Cristina libre.

Por último, como prometí al principio, vuelvo sobre los colores. Para los feminismos, que eligieron hace más de un siglo el color violeta como símbolo de lucha contra la desigualdad de género, es casi una tragedia que sea el color de referencia de las propuestas más extremas, desiguales y antifeministas. 

Pero es bueno llamarnos a no desesperar, la batalla del color también la vamos a ganar, una golondrina no hace verano. Estamos frente a un efímero referente de la decadencia. Nuestras raíces, historia, presente y futuro están más vivos y coloridos que nunca. Seguiremos de violeta, enlazadas con el verde, con el multicolor de la diversidad y de los pueblos originarios y, sin lugar a dudas, siempre con la celeste y blanca.

* Ministra de Mujeres y Diversidad de la Provincia de Buenos Aires