Crisis del sector

La imprescindible y postergada reforma del sistema de salud

El coronavirus evidenció las carencias en el sistema de salud y la necesidad de una reforma. "Esta pandemia no será la última".

Terapia intensiva Foto: Télam

Los argentinos sufrimos este año la pandemia que atemorizó al mundo, la cuarentena más extensa del planeta, déficit de atención de las enfermedades crónicas no transmisibles, stress psicológico, deterioro de enfermedades mentales, injuria económica y burnout en actividades esenciales y mortalidad en el personal de salud.

Se conmemoró el día del médico con movilización y paro de los hospitales públicos de CABA y el fallecimiento por muerte súbita en esa marcha del jefe de toco ginecología del hospital Ramos Mejía. Sin duda un 3 de diciembre de 2020 para recordar en el ambiente de la salud de CABA.

Esta situación no surge sólo en el gobierno de CABA, es mucho más profunda y relacionada con las carencias que se profundizan en el sistema de salud de Argentina tanto en el sector público como el privado.

La crisis del sector salud se viene gestando por la incapacidad de construir políticas de Estado, ninguna reforma en esta área será producto de una sola administración política, las reformas en el sistema de salud se comienzan y si se logra continuar un proyecto tarda varios años en evidenciar los resultados, solo una Ley de consenso parlamentario podría iniciar este tan ansiada, imprescindible y postergada Reforma del Sistema de Salud.

Los problemas de salud no aparecen en las encuestas nacionales en los primeros lugares de los reclamos de la sociedad, por lo tanto el debate y las acciones de los gobiernos son insuficientes, los economistas con frecuencia discuten más sobre el incremento del gasto o su eficiencia pero no sobre los problemas de atención a la población.

La crisis del sector salud se viene gestando por la incapacidad de construir políticas de Estado

Luego de la introducción de la Ley de Obras Sociales se ha discutido frecuentemente y durante mucho tiempo sobre el Sistema de Salud en Argentina. Sobre todo en el inicio del período democrático en el Gobierno del Dr. Raul Alfonsín y siendo el Dr. Aldo Neri ministro de salud, logró llevar al Congreso Nacional la Ley del Seguro Nacional de Salud, lamentablemente las discusiones políticas fueron amputando muchos de sus objetivos.

La organización de las Obras Sociales fue sin duda un avance para los trabajadores, sin embargo el empoderamiento de los sindicatos sobre el manejo financiero, hicieron perder efectividad y calidad y también quedó resentida la equidad y accesibilidad de quienes tienen un seguro provisto por las obras sociales. Lamentablemente no puede ser solo un llamado a la colaboración una Ley clara y efectiva, debe regular e impedir que se apoderen directa o indirectamente del manejo financiero de las obras sociales.

Los trabajadores que financian las obras sociales con la retención de su salario, tienen diferencias muy evidentes en su accesibilidad, equidad, calidad de prestación, por los niveles de salarios, el número de aportantes y el lugar de residencia.

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Debemos considerar que aproximadamente 15 millones de personas tienen su atención sanitaria en los hospitales y dispositivos públicos y existen claras diferencias en prevención, cuidados de la salud y acceso al medicamento de aquellos que se atienden en los hospitales pero no tienen una cobertura formal. Existen algunos ejemplos de Políticas de Estado, en la gestión de salud en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se implementó la Ley de la Legislatura de Cobertura Porteña de Salud, votada por unanimidad, en diciembre de 2015 y sobre una población de aproximadamente 500 mil personas sin cobertura formal se logró construir un padrón de casi 400 mil afiliados, todos con un médico de cabecera de referencia, derivación a niveles de mayor complejidad un tránsito ordenado en el sistema sanitario de la Ciudad y acceso al medicamento ambulatorio esencial y a los tratamientos de enfermedades crónicas. Comenzó este modelo de atención en 1996 con el programa Médicos de Cabecera, continuó en todas las gestiones de distintos signos políticos y se completó con una Ley, que avanzó a lograr que CABA sea una ciudad con Cobertura Universal de Salud.

El concepto de Vasos Comunicantes entre los subsectores financiadores de la salud se aplica a este diseño de CABA, los pacientes pueden tener sus coberturas en una Obra Social o Prepaga o PAMI, si no cuenta con ninguna puede optar por inscribirse en Cobertura Porteña de Salud (CoPS) financiada siempre por el Estado.

Debemos discutir el modelo de financiamiento pero también el modelo de atención que debe ser común para todas las coberturas

Pero un beneficiario que consigue una obra social porque logra un trabajo formal, sale entonces la CoPS y se afilia a la Obra Social correspondiente. Es decir que la obtención de la cobertura médica y el acceso al medicamento se desvinculan de la situación laboral y la retención del salario del individuo, esto es una cobertura universal de salud.

Con el desarrollo de cada uno de los subsectores de la salud y el diferente origen de los fondos, intentar unirlos en una sola caja que constituya un seguro nacional, fue un plan que apoyamos en la década de los 80. Sin embargo, no puede desconocer esta estructura sanitaria y de financiamiento y que una estrategia de desarmar este diseño tardará años en discusiones de los intereses de los distintos subsectores y no se lograria la necesaria mayoría parlamentaria para producir este hoy utópico diseño. Pero se necesita además, el consenso social, quién puede sostener hoy, que un Seguro Nacional con una caja única manejada por el Estado sería más eficiente y equitativo que sostener los diferentes subsectores.

Otra alternativa, es sostener el diseño de los subsectores, como efectores de la Cobertura Universal de Salud, donde a través de Leyes, decretos y resoluciones se define el modelo atención de salud, los mecanismos de igualdad, equidad y articulación entre los diferentes subsectores, donde el Estado asiste financieramente las carencias y el sector público, se muestra como la estrategia más adecuada para lograr los consensos y la Política de Estado imprescindible.

Debemos discutir el modelo de financiamiento pero también el modelo de atención que debe ser común para todas las coberturas. Pensar en el financiamiento sin definir previamente el modelo, es como intentar fabricar un producto manufacturado sin conocer sus insumos y procedimientos.

Este modelo debe considerar los siguientes puntos

❖ Fortalecimiento del primer nivel.

❖ Estrategia de atención primaria de la salud.

❖ Población a cargo.

❖ Creación de una red de agentes de promoción.

❖ Integración de la Red Sanitaria

❖ Programa de medicamentos para APS.

❖ Vigilancia epidemiológica.

❖ Descentralización.

❖ Calidad de prestación.

❖ Capacitación en servicio.

❖ Recursos Humanos

❖ Agencia de Evaluación Tecnológica

Para las acciones que deben introducirse en la administración de la salud, todos los poderes del Estado están involucrados en lograr los objetivos y mejorar el sistema de salud y se estudiarán los que necesitan leyes específicas, decretos o resoluciones y deben incluirse las siguientes consideraciones:

1-Construir políticas de Estado. No es posible generar los cambios en salud en una sola administración de gobierno. Lo que no se logra establecer con consenso técnico y político en una Ley, tiene altas chances de no obtener los objetivos esperados. Funcionarios de la salud que den continuidad a las Reformas establecidas por Ley. Lograr un equipo interdisciplinario con ¨carrera profesional” que defina los concursos para ocupar los cargos de conducción y planta, donde sólo los cambios correspondan a los funcionarios políticos.

No será la última pandemia y sin dudas la de SARS COV 2, mostró las carencias del sistema y el esfuerzo del recurso humano de salud

2-Los presupuestos de Salud de Nación y de Provincias, establecerán su mecanismo de actualización para todo el periodo por el cual fue electo ese gobierno, siguiendo un índice preestablecido. Las transferencias de fondos nacionales a las provincias no pueden tener un atrasos mayor de treinta días y se realizarán directamente a una cuenta especial al Ministerio de salud provincial. Para casos de corrupción en la administración de recursos de salud que reciban condenas deberán establecerse agravante, esto incluye a la administración pública y privada.

3-La medicación que se define como esencial por la Agencia de Evaluación Tecnológica tendrá precios regulados por el Estado Nacional y será considerado un Bien Social. Todas las Coberturas de Salud públicas y privadas dependen de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) donde se establecerán los mecanismos de denuncia de atrasos y supervisión de facturación, que siempre será utilizando plantillas informáticas.

4-Las provincias cuyos presupuestos sean inferiores a la media de los presupuestos provinciales deben planificar su incremento y los años de gobierno necesarios para establecer un presupuesto de salud adecuado a las necesidades y carencias.

5-Se establecerán parámetros de Calidad de Atención y PMO que irá definiendo la Agencia de Evaluación Tecnológica, de urgente creación cuyo proyecto fue enviado por primera vez en 2016 y aún se encuentra en discusión en el Senado de la Nación y no logró su tratamiento.

6- modernizar y digitalizar su gestión, desde la historia clínica única nacional hasta los recursos financieros en procesos transparentes. No será la última pandemia y sin dudas la de SARS COV 2, mostró las carencias del sistema y el esfuerzo del recurso humano de salud. Es esperable que como efecto secundario, en esta oportunidad beneficioso, la sociedad y la política en su conjunto sin diferencias partidarias, estén los suficientemente sensibilizados para iniciar el proceso de construcción de políticas de Estado que en esta oportunidad sobre los intereses sectoriales se logre la tan ansiada, imprescindible y postergada Reforma del Sistema de Salud.

*Ex Secretario de Salud de Nación.