Ordenan liberar a Milagro Sala pero igual seguirá presa

L a dirigente social jujeña Milagro Sala recibió ayer una buena noticia judicial, cuando se la notificó del cese de su prisión preventiva en la denominada “Megacausa”, en la que se investiga desvío de fondos públicos destinados a la construcción de viviendas. Sin embargo, Sala, detenida desde enero de 2016, seguirá privada de su libertad con prisión domiciliaria en el expediente conocido como “Pibes villeros”, que está en la Corte Suprema de Justicia a la espera de que esta resuelva sobre un recurso extraordinario presentado por su defensa.

Otras dos mujeres, militantes de la agrupación Tupac Amaru, Gladys Díaz y Mirta Aizana, que estaban con preventiva al igual que Sala en “Megacausa”, también fueron notificadas del cese de su preventiva y en sus casos recuperarán la libertad en las próximas horas. De los 23 imputados en el caso, entre dirigentes sociales y ex funcionarios, solo ellas tres tenían prisión preventiva.

La decisión de decretar el cese de las preventivas fue del juez en lo Penal Económico de Jujuy, Rodolfo Miguel Fernández, quien se hizo  cargo tras la remoción de Isidoro Cruz, quien fue declarado incompetente.

Situación. Sala seguirá en prisión domiciliaria por el caso denominado como “Pibes villeros”, en el que fue condenada a 13 años de cárcel. Esa condena fue ratificada en enero pasado por el Superior Tribunal de Justicia de Jujuy (STJ). Entonces, los jueces Laura Lamas, José Manuel del Campo y Federico Otaola ratificaron lo dictaminado por la Cámara de Casación Penal, instancia penal anterior.

Un año antes, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Jujuy había resuelto esa pena por considerar a Sala como responsable del delito de asociación ilícita, en carácter de jefa. Luego de la confirmación de esa condena por parte del del TSJ de Jujuy, la defensa de Sala llegó con un recurso extraordinario ante la Corte.

En su decisión de enero pasado, el STJ también absolvió a Raúl Noro, esposo de Sala, “por el beneficio de la duda”.

Sala quedó presa en enero de 2016 en Jujuy, donde poco antes había asumido la gobernación el radical Gerardo Morales. La detención motivó varios reclamos e incluso fue centro de tensión entre el Ejecutivo macrista y organismos internacionales que se interiorizaron por el tema. Desde 2017, Sala está detenida en su casa de la localidad de El Carmen.

En una reciente entrevista  radial en Futurock, Sala se definió a sí misma como una “presa política”. Criticó al gobernador Morales y explicó que hace tiempo que no habla ni con el presidente Alberto Fernández ni con Cristina Kirchner. “Lo hago por ellos. Imaginate lo que dirían algunos medios si yo hablara con ellos”, sostuvo.