Daniel Radcliffe se distancia de los dichos de J.K. Rowling

En una reciente entrevista con Atlantic, Daniel Radcliffe, quien le dio vida a Harry Potter en las adaptaciones cinematográficas de la célebre saga, habló de las nuevas declaraciones de tinte transfóbico de la creadora de ese personaje, J.K. Rowling. La polémica no está exenta de complejidades, y para los actores de la mencionada saga, Rupert Grint, Emma Watson y el propio Radcliffe, no es fácil contestarle a la autora que dio inicio a sus respectivas carreras.

En la vereda del sol. “Voy a seguir apoyando los derechos de todas las personas LGBTIQ+”, dijo Radcliffe en la mencionada entrevista. “Me entristece mucho porque miro a esa persona que conocí, el tiempo que pasamos, y los libros que escribió, y el mundo que creó, y todo eso es para mí tan profundamente empático”. La llamada “cultura de la cancelación” en la que se visibilizaron algunos conflictos y tensiones del poder, dejó como una de sus consecuencias una pregunta que siempre vuelve: ¿Hay que separar a la obra del autor? La respuesta remueve subjetividades. En 2020, plena pandemia, pudo leerse “cancelaron a J.K. Rowling. Más allá de la sentencia licuada, la razón de esa aseveración tácita sí era interesante. En respuesta a un artículo que hablaba de “personas que menstrúan”, ella había compartido su opinión que se sintetizaba en que sentía que la perspectiva trans, sus luchas y sus conquistas, iban en detrimento de los derechos de las mujeres. La polémica fue intensa, desde distintos ángulos del movimiento LGBTIQ+ se señaló la ofensa y la ignorancia detrás de esas declaraciones.

Reaccionaria. Cuatro años después, como si se tratara de una causa personal, la escritora volvió al ruedo. Hace unas semanas publicó en X sus ideas sobre la nueva Ley de Crimen de Odio de Escocia, que criminaliza la agitación de distintas formas de odio: edad, discapacidad, religión, orientación sexual, identidad trans e intersexualidad. Más allá de la imaginable reacción conservadora ante una ley de registro progresista, Rowling tomó la palabra y entendió que esa ley era una afrenta contra los derechos de las mujeres.

Para enfatizar su postura respecto de la gente trans, compartió un dudoso informe de la BBC, basado en un informe del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido sobre la atención de género, que sostenía que el tratamiento actual para jóvenes transgénero se sostiene en evidencias “notablemente débiles”, derivando en desatenciones por parte de los médicos a esos jóvenes. Rowling divulgó la opinión de la pediatra y agregó: “Si lo que he escrito aquí califica como un delito bajo los términos de la nueva ley, espero ser arrestada cuando regrese al lugar de nacimiento de la Ilustración escocesa”.