Efemérides 15 de noviembre

Verdades y mentiras del consumo de alcohol: las 6 cosas que conviene saber antes de tomar

La OMS está preocupada por la cantidad de películas y publicidades que convierten el consumo de alcohol en un estereotipo cultural. El alcoholismo mata a una persona cada 10 segundos y Argentina está dentro de las estadísticas más negras. Sin embargo, hay especialistas que recomiendan “un vasito de vino”. ¿Cuándo está bien y cuánto está mal? Mitos y verdades.

Bebidas alcohólicas, una de las controversias del Mundial Qatar 2022. Foto: Shutterstock

La Organización Mundial de la Salud pide que cada 15 de noviembre se celebre el Día Mundial sin Alcohol para concientizar sobre los problemas que trae el consumo excesivo del alcohol. Comencemos por algunos números.

En todo el mundo, muere una persona cada 10 segundos, por el consumo excesivo de alcohol. Dicho de otro modo, el alcohol mata a 3 millones de personas por año, una cifra que representa el 5% de todas las muertes. Y en América, eso significa que 85.000 personas al año mueren por el alcohol.

Ajustando la lupa, todo se ve peor a pesar de la mayor nitidez: el alcohol afecta sobre todo a los más jóvenes, las personas de 20 a 39 años. El alcohol representa la causa de su muerte en el 13,5% de los casos.

Los jóvenes comienzan a tomar alcohol cada vez a edad más temprana: hoy, a los 13 años, pero la tendencia es que cada vez sea a menor edad. Entre los adolescentes de 13 a 15 años, el consumo en mujeres aumentó superando al de los varones. Y en los adolescentes de ambos sexos, el consumo aumenta con la edad. De todos modos, los adultos también beben más que antes, sobre todo los varones, en términos estadísticos.

Consumo de alcohol. Se trate de una práctica social o solitaria, el consumo exccesivo es nocivo.

Consumo de alcohol, las verdades

Argentina se hizo eco del llamado de alerta que la Organización Mundial de la Salud realizó sobre este tema. Porque en Argentina mueren 8.000 personas al año por enfermedades vinculadas al consumo de alcohol.

Si se mide cantidad consumida, según la estadística que maneja el Ministerio de Salud de Argentina, nuestro país es el segundo de Sudamérica en consumo de alcohol: cada persona toma al año de 9,88 litros de alcohol puro. Nuestro país suele “disputar” el primer puesto con Chile, pero es una posición que va alternándose con pocas variaciones a lo largo de los años.

Según la Organización Mundial de la Salud, Argentina ocupa el tercer puesto de consumo en América: 9,1 litros per cápita/año. El primer puesto lo tiene Canadá (10 litros) y Estados Unidos, el segundo con un consumo anual per capita de 9,3 litros, siempre midiendo alcohol puro.

La pandemia ayudó poco y por eso la OMS y la Organización Panamericana de la Salud duplicaron el esfuerzo a principios de este año, en relación a los países americanos.

“La OPS exhorta a los países de la Región a frenar el consumo nocivo de bebidas alcohólicas mediante el aumento de los impuestos aplicables e imponer amplias restricciones a la publicidad y la promoción”.

Verdades y mentiras del alcohol. Las bebidas destiladas son las que tienen mayor graduación alcohólica, conviere diluirlas con hielo o alternarlas con vasos de agua.

Si bien la pandemia de Covid-19 multiplicó el consumo alcohólico en todo el mundo, el problema ya existía. Según datos alguna vez publicados por la misma OMS, entre las 100 películas estadounidenses más taquilleras estrenadas entre 1996 y 2015, en la mitad de ellas se mostraban bebidas alcohólicas de marca, en general anunciantes comerciales en la producción.

Este año, la OMS alertó que en menos de la mitad de sus países miembros la comercialización de bebidas alcohólicas en internet (48%) y en redes sociales (47%) no está reglamentada. Y debería estarlo.

Al margen de eso y mientras el tema se ponga en caja, qué podemos hacer y qué deberíamos saber en materia de consumo de alcohol.

Verdades y mentiras del consumo de alcohol

  • El que sabe tomar no se emborracha. Es falso. El consumo excesivo de alcohol no genera tolerancia ni aminora el mal que puede producir en la salud; los efectos nocivos del alcohol no desaparecen. El impacto en el cuerpo del individuo depende sobre todo, pero siempre, de la graduación alcohólica, de la cantidad que se ingiera y de la velocidad en la ingesta.
  • Si se bebe una pequeña cantidad de alcohol, no pasa nada, se puede manejar. Es falso, porque aún un consumo de poca cantidad puede afectar la velocidad de respuesta rápida ante una stuación de peligro. Una pequeña dosis también adormece los reflejos y la percepción del tiempo-espacio. Puede haber accidentes.

Alcohol y sus mitos. Poco alcohol es alcohol y altera la percepción para manejar, estudiar o comunicarse con el entorno.

Desaprobar un examen no es un accidente vial, pero sí podría ser una frustración personal. Por la misma razón que se desaconseja beber cuando se va a conducir un auto, se desaconseja tomar alcohol cuando se está estudiando, porque disminuye la concentración.

  • El alcohol desinhibe. Tal vez en los primeros momentos, porque enturbia la percepción de lo que rodea al bebedor, pero el alcohol no es un estimulante y a medida que aumenta la cantidad que se toma, se enturbia la percepción y la comunicación con el entorno. Lo contrario es un prejuicio cultural.
  • El alcohol favorece las relaciones sexuales. Desinhibe al principio, pero al ser un depresor del sistema nervioso central, el alcohol retarda la respuesta sexual. Por no mencionar que, al perderse noción de lo que sucede, hace aumentar los embarazos, hace olvidar el uso de preservativos y expone a contraer enfermedades de transmisión sexual, cuando no situaciones violentas o no deseadas. En síntesis, es falso.
  • Si se come algo, el alcohol emborracha menos. Es falso, aunque comer algo antes y durante la ingesta de alcohol ayuda, el consumo sin medida produce el mismo efecto. Cada persona responde de una manera diferente al alcohol, según el grado de alcohol de la bebida, la cantidad que tome y la velocidad con la que beba.

Otro mito del consumo de alcohol: la cerveza y el vino emborrachan menos.

  • El vino y la cerveza emborrachan menos. Es falso, porque los efectos del alcohol son los mismos con todas las bebidas, cualquiera sea su graduación alcohólica.
  • El vino tinto es la bebida alcohólica más sana. Sí, pero sólo porque es la variante alcohólica que ha sido más estudiada. Se cree que el resveratrol presente en el hollejo de la uva tinta tiene propiedades antioxidantes y cardioprotectoras, ya que está asociado al aumento de colesterol bueno y a un menor riesgo de coagulación sanguínea. Se estudia también el efecto antiinflamatorio de la quercetina presente en la uva tinta.

De todos modos, cualquier beneficio potencial del alcohol es pequeño en relación a los daños que provoca el consumo excesivo. Para la mayoría de las personas, los posibles beneficios no superan los riesgos.

  • El alcohol deshidrata. Es verdad, por eso es importante intercalar vasos de agua con el consumo de una bebida alcohólica. Es menos perjudicial para el estado general, si cuando ya no se va a tomar más, se ingiere agua o jugo.

Alcohol menos puro. Ayuda mucho intercalar un vaso de agua entre copas o tomar agua luego de beber.

  • Una mujer embarazada puede beber poca cantidad. No, los especialistas lo desaconsejan, tanto en mujeres que buscan quedar embarazadas, como en mujeres en gestación o en período de lactancia.
  • Si no se mezcla, el alcohol no hace mal. Es falso en sí mismo, porque depende de la cantidad de lo consumido, pero también es cierto que no deben mezclarse diferentes bebidas alcohólicas entre sí, ni tampoco tomar drogas y alcohol al mismo tiempo–todo empeoraría.

Otro mito en torno al alcohol: el café no saca la resaca; tampoco darse una ducha.

  • Con un café negro y un baño, disminuye la resaca. Aunque esté en infinidad de películas, es falso, porque sólo el 10% del alcohol consumido se elimina en la orina y la transpiración. El resto se metaboliza en el hígado y se convierte en azúcar, porque las bebidas alcohólicas tienen un alto contenido calórico.

Es decir que además de emborrachar, engorda. Medio vaso de vodka (100 mililitros) tiene 300 kilocalorías; la misma cantidad de coñac, 280 kilocalorías; y de ron o ginebra, 244 kilocalorías.

  • Tomar sólo el fin de semana no es preocupante. Es falso, porque el día de la semana en que se bebe alcohol no es patrón de consumo, sino la frecuencia y la cantidad.

Las personas comienzan a beber a edad cada vez más temprana. En Argentina, desde los 13 años, en promedio

El consumo de alcohol comienza a ser excesivo cuando alguien supera tres bebidas en cualquier día de la semana o más de siete bebidas a la semana, en el caso de las mujeres.

En los hombres de 65 años, o mayores comienza a ser preocupante cuando supera las cuatro bebidas en cualquier día o más de 14 bebidas a la semana.

En las mujeres, el consumo de alcohol se considera compulsivo cuando se toman cuatro o más bebidas dentro de un período de dos horas. Entre los hombres, de cinco o más bebidas en el mismo lapso.

Las 6 cosas que conviene saber antes de tomar alcohol

1. Cuando hay problemas de salud prexistentes, hay que duplicar la atención en el consumo de alcohol. Es cierto, sobre todo en casos de diabetes, hepatitis, asma, afecciones cardíacas y el uso de ciertos medicamentos. En el caso de los hombres, beber alcohol y consumir viagra, puede provocar pérdida del conocimiento. 2. El consumo moderado de alcohol en adultos sanos suele significar hasta una copa al día para las mujeres y hasta dos copas al día para los hombres. Sería “moderado” que una persona beba:

  • una botella chica o una lata de cerveza (355 mililitros)
  • una copa de vino (148 mililitros)
  • 44 mililitros (un cuarto de vaso) de ron, vodka, fernet, whisky u otra bebida destilada (80 grados) con hielo u otra bebida no alcohólica.

Un bebedor moderado podrá seguir tomando alcohol siempre y cuando lo haga de manera responsable.

3. La graduación alcohólica de las bebidas mide el etanol que contienen. Esta graduación se mide en grados y se obtiene calculando los volúmenes de alcohol en 100 volúmenes de la bebida, tomados a una temperatura de 20 grados. El volumen de alcohol se calcula multiplicando el volumen total de la bebida por los grados de alcohol; el resultado se divide por 100. 4. En la etiqueta de las bebidas alcohólicas se expresa con la abreviatura “alc.”, seguida de “% vol.”. Por ejemplo, si un vino tiene una graduación de 12 grados, quiere decir que contiene 120 mililitros de alcohol por litro.4. Existen dos procesos básicos de producción de bebidas alcohólicas: el fermentado y el destilado.

Fernet. Tiene entre 39% y 54% de alcohol, según la marca.

5. Las bebidas fermentadas, como el vino, la cerveza o la sidra tienen un volumen alcohólico de entre 3 y 15 grados. 6. Las bebidas destiladas, como el vodka, whisky o ginebra, oscilan entre 30 y 60 grados, aunque existen algunos destilados que alcanzan una concentración de etanol de hasta el 96 por ciento (el vodka polaco Spyritus, el aguardiente boliviano Cocoroco, el Everclear 190 de Estados Unidos).

 

MM/fl