Cómo transformar la vida en arte desde los lugares más dolorosos

Una actriz se prepara. Un autor piensa alrededor de una idea o de varias. ¿Cómo se cuenta una historia? ¿Quién le da una voz? Por momentos es la actriz que representa a una mujer enferma, por otros, una madre acompañada de su hijo. Cuando la realidad se entromete con la representación, ¿cuál es el límite? Esta sinfonía de voces se produce en Una casa con una silla frente a Dios, obra de es una sinfonía de voces que resuenan en el texto de Juan Fagioli, quien además hace su debut actoral junto a su madre actriz. Desde el pasado 16 de mayo, se presenta todos los jueves a las 20 en Área 623 (Pasco 623, CABA), hasta ahora con localidades agotadas. Durante junio estarán los martes.

Con este título tan sugestivo, tuvimos la oportunidad de conversar con el mismísimo Juan quien, con sencillez revela la motivación que lo llevó a escribirla y a animarse a interpretarla acompañado por Andrea Strenitz y dirigidos por Juan Martín Cervetto, que fue el encargado de ordenar y dinamizar la propuesta:

Acá hay que resaltar que Juan es sacerdote franciscano y toda esta experiencia tan movilizante para cualquier persona, a él le sirvió no sólo para compartir más tiempo con su madre, sino como una manera de "asumir lo que me pasa y transformar mi sensibilidad en ofrenda. Es una forma de pararme frente a la vida", tal como explicó en la conversación. A la par que aclaró que si bien el texto tiene elementos de biodrama, está ficcionado. Una gran oportunidad para sentirnos identificados al encontrar las grandes preguntas de la vida. Encontrá acá más info sobre las entradas.