TEMA DOLOROSO

Cromañón vuelve a la escena: "Nos pasó a todos"

Así lo asegura el autor y director Gustavo Moscona, quien reveló durante una entrevista exclusiva que la puesta no tiene escenario y los espectadores están todos parados. Esta performance de 45 minutos es una instalación que cruza teatro, sonido, poesía e imagen.

Cromagnon somos todos. Foto: Vivo.

Tras ser declarada de Interés Cultural, la performance Cromañón nos pasó a todos vuelve por dos únicas funciones en El Sábato Espacio Cultural (Uriburu 763, CABA). Bajo la dirección general de Gustavo Moscona, la propuesta escénica reúne a 20 artistas para interrogar, desde el presente, uno de los hechos más dolorosos de la historia reciente porteña. Las citas son los sábados 6 y 13 de diciembre a las 2.

Moscona, autor y director de la obra, explicó en una entrevista exclusiva que el proyecto nació de la necesidad de ir más allá del hecho en sí. La base fue un cuento de su autoría, Esa topa blanca, pero la obra se nutrió de la experiencia colectiva. "Cromañón nos atravesó a todos. Me pareció un desafío importante no solamente pensar lo que sucedió allí, sino pensarnos a nosotros dentro de eso que sucedió. ¿Qué estábamos haciendo? ¿Qué hubiéramos hecho?", reveló durante la charla que compartimos a continuación:

La puesta en escena es un trabajo de memoria colectiva que convoca a un grupo diverso: actores, gente sin experiencia teatral, sobrevivientes, amigos de sobrevivientes y familiares. "Tomamos esta idea de Pavlovsky de que la multiplicación dramática no se trata de contar una historia, sino de contar una multiplicidad de historias", afirmó el director. El principal desafío en la creación de la obra fue evitar caer en lo solemne o en el golpe bajo. Para lograrlo, Moscona, junto a la encargada de la puesta en escena Mariela Bonilla, concibió un dispositivo escénico que rompe la barrera tradicional. "No hay escenario, y por lo tanto no hay una comodidad de estar sentados, están todos parados", explicó.
La performance de 45 minutos es una instalación que cruza teatro, sonido, poesía e imagen. El recorrido no es lineal, sino un rompecabezas de fragmentos durante el que se escuchan nombres, anécdotas y se recrean momentos particulares, desde la previa del recital hasta los instantes del juicio, buscando diluir la frontera entre el público y los intérpretes. El director asegura que, si bien el tema es duro, la intención no es "bajonear" a la gente sino ofrecer una experiencia que la mueva.

La persistencia de la juventud

Para Moscona, la necesidad de traer a la memoria la tragedia de Cromañón después de tantos años sigue siendo urgente. "Tomamos esa frase de Rodolfo Walsh que decía que el verdadero cementerio es la memoria -citó-. La memoria es lo que nos permite que esos chicos y chicas sigan estando vivos. Es así como los recuerdan sus padres, sus familiares, sus amigos". La motivación del director para abordar el tema nació de una anécdota personal con un alumno sobreviviente de la tragedia que estudiaba Sociología "para saber qué es esto de ser humano".

La obra aborda la complejidad de la época y las preguntas que aún resuenan en la sociedad, desde la tensión entre "masacre" o "tragedia", hasta la conciencia de que "Cromañón nos atraviesa a todos como amigos, como padres, como conocidos, simplemente testigos". La puesta invita a un ejercicio de memoria viva, que rehúye la resignación y busca transformar el recuerdo en acto. Encontrá acá más info sobre las entradas.