La galería Henrique Faria de Buenos Aires presentó la exposición "Arquitectura nómade", de David Lamelas, que se exhibirá hasta el 14 de noviembre.
Una vez más, la obra de Lamelas, pionero del arte conceptual en nuestro país, se propone dar apenas unas claves para que a través de ellas el espectador pueda hacer su propio recorrido y llegar a una construcción.
El primer acercamiento del artista a esta visión sobre el arte fue a mediados de la década del 60 a través de una propuesta que le valió una mención especial del Premio Nacional Di Tella de 1966.
En esa oportunidad Lamelas presentó una obra llamada Situación de tres espacios que consistía en una escultura exhibida por partes en tres salas diferentes, de manera que el visitante nunca llegaba a abarcar la obra completa y debía rearmarla como un rompecabezas a través de la memoria.
Más de cincuenta años después de aquel reconocimiento, Lamelas dialogó con Perfil.com durante la presentación de la muestra "Arquitectura Nómade".
Perfil.com: -¿Aquella idea sobre la escultura que presentó en el Di Tella podría compararse con la idea gestáltica, cuando plantea que el todo no es sólo una sucesión de las partes que lo componen, sino la suma e interrelación de esas partes?
David Lamelas: -Totalmente, es eso. En esa época no conocía esa teoría filosófica, tenía 19 años, pero intuitivamente llegué a ese pensamiento. A partir de las artes plásticas llegás a esas cosas a otro nivel, a través del volumen, del espacio, la visibilidad. Siempre creí que hay una gran relación entre la filosofía y el arte. Si sos artista tenés que ser un poco filósofo y poeta. El arte sin poesía, está muy bien, queda muy bien pintado y todo. Pero... Y sin filosofía tampoco. De alguna manera tiene que llevarte más allá de la cosa visual, moverte a la reflexión.
En tanto, la obra "Paredes dobladas" que forma parte de la muestra que actualmente se exhibe en Henrique Faria, retoma aquella idea de sumar el tiempo a la obra para llevarla más allá de la primera percepción, simple en apariencia, pero que plantea una resignificación del espacio.
"Tenía la exposición en la galería Jan Mot de Bruselas desde hace cinco o seis meses y pensaba en este proyecto, sin saber qué hacer", recuerda Lamelas.
"Para mí cada proyecto es un trabajo mental, no soy un artista que se para delante de una tela y resuelva la tela. Parto de la nada, del espacio. Entonces pensé en traer a Buenos Aires el espacio de aquella galería. De alguna manera transporté el espacio belga a Buenos Aires dentro de una valija. Esa es la idea al despegar las paredes".
De esta forma el espacio contenido entre las paredes se vuelve la obra y las paredes blancas de papel plegado son el medio para generarla al adquirir una dimensión física. Así el espectador se ve en la obligación de tomar parte activa. "Es, en cierto modo, como la persona que lee un libro de filosofía, tiene que pensar y hacer su propia interpretación", señala el artista.
El estímulo de participación y reelaboración hacia visitante es una constante en el arte conceptual de Lamelas.
"Siempre traté, no de intelectualizar, pero sí de que haya un proceso de pensamiento, que no es sólo sobre el arte, sino también sobre otras cosas. Por ejemplo trasladar el espacio de la galería Jan Mot y trasladarlo a Buenos Aires, no sólo es el arte. Pensemos en este momento en que en el mundo se están acentuando las fronteras. Estados Unidos quiere levantar una pared contra México, Inglaterra se quiere ir del bloque europeo. ¿Para qué? Para ser ellos mismos. O sea que la obra es también un comentario sobre el conflicto que presenta la universalidad. En estos momentos hay un renacimiento del nacionalismo. Yo no creo en el nacionalismo, creo en todo un mundo. Está bien, sos argentino, sos brasileño, sos inglés, pero somos todos parte de este universo, entonces también es una reflexión sobre eso".
Y "reflexión" es la palabra clave, porque la obra de Lamelas no da respuestas, no trae "el plato servido", tal como él mismo lo plantea, sino que, por el contrario, trae interrogantes, aguijonea la curiosidad y es punto de partida para una reelaboración que se da a través del tiempo, aún cuando ya no se está frente a la obra.
"Me gustaría que el espectador siga el mismo proceso de elaboración y de creación que sigue al leer un libro. Supongamos que leemos 'La invención de Morel', va a ser un libro distinto para cada persona, cada uno lo ve, lo interpreta a su manera, hace una recreación inspirada en un texto de Bioy Casares. Y no por nada elegí ese libro: de alguna manera todo esto es muy Adolfo Bioy Casares. Esa novela siempre me hizo pensar que iba más allá de la ficción, en lo que era la realidad. Porque por ejemplo en este momento vos y yo estamos juntos, pero cada uno está en su mundo, y este pequeño contacto es muy breve y sutil y nos cambia".
La muestra se completa con dos instalaciones que, al igual que "Paredes dobladas", juegan con el espacio virtual y el recorrido visual que generan.
"Esas dos obras surgieron accidentalmente. Estaba buscando una idea para esta muestra y un domingo al mediodía caminando por parque Las Heras vi a un atleta que hacía piruetas con estos círculos de metal, de alguna forma cuestionando la gravedad, porque el chico estaba de arriba hacia abajo, estaba en otro espacio", recuerda Lamelas. "Le propuse hacer una obra juntos y aceptó, así que le encargué estos dos círculos de metal y eso me dio la idea de hacer un dibujo contra la pared que representa el espacio interior de ese círculo. Es decir que del mismo modo que la invención de Morel, la obra partió de algo real y se convirtió en una representación de esa realidad".
David Lamelas se apasiona al ver la obra y compartir su interpretación sobre ella, interpretación que, desde luego, essólo una de tantas posibles.
"Yo llego y digo qué hermoso ese círculo, porque un círculo de metal es hermoso, es una forma perfecta, y al mismo tiempo está el espacio adentro y afuera del círculo, es decir que lo separa. Y después miro la otra pared y veo ese espacio interior reflejado, veo que se genera un túnel, y entonces la pieza se une a través del espacio, la veo activa. Yo no lo veo como una escultura minimalista, lo veo como un espacio vivo".
Así, el espacio y su reinterpretación se convierten en los grandes protagonistas de la muestra. En la obra de Lamelas no hay espacios vanos. Lo que falta, aquello que no está, pasa a ser el complemento necesario de esos rasgos que sugieren sin mostrar, que convierten la abstracción en algo real a partir de un gesto.
"Y un pequeño gesto cambia todo. Es como un sonido en un silencio. Un solo sonido cambia todo. En una sala tranquila se cae una taza. ¡Paf! El espacio cambia. Y esto es lo mismo. Un pequeño gesto cambió el espacio. Nos cambia", concluye Lamelas.
Trayectoria
Las obras de David Lamelas han sido exhibidas en importantes instituciones del mundo, como el MoMA (Nueva York), Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid) y Documenta 14 (Kassel). Recientemente se presentó Con vida propia, una exhaustiva muestra individual organizada conjuntamente por MALBA (Buenos Aires) y University Art Museum (UAM), California State University, Long Beach. Actualmente se presenta la exposición monográfica A fiction of a production en el MSU Broad Museum (Estados Unidos), y la exhibición Lamelas, Irwin, Kusama: Regarding Perception en el Instituto Inhotim (Brasil).
Sus obras forman parte de importantes colecciones, entre las que se destacan Tate Modern (Londres), LACMA (Los Ángeles), Pinault Collection (Venecia), Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), The Metropolitan Museum of Art (Nueva York), MoMA (Nueva York), y MALBA (Buenos Aires).
La muestra "Arquitectura nómade" de David Lamelas se exhibe en la Galería Henrique Faría, Libertad 1630, CABA y puede visitarse de lunes a viernes de 11.30 a 19.00.
