El Gobierno alemán pronosticó una contracción para este año en su actualización de perspectivas económicas y previó un crecimiento más débil de lo esperado en 2024 debido a los efectos persistentes de la crisis energética.
El producto interno bruto probablemente se contraerá un 0,4% en 2023, dijo el Ministerio de Economía el miércoles en Berlín, lo que recorta un pronóstico de expansión del 0,4% publicado a finales de abril. Para el próximo año, el ministerio prevé un crecimiento del 1,3%, inferior al 1,6% que pronosticó en primavera.
Dichas revisiones alinean al Gobierno del canciller Olaf Scholz con instituciones como el FMI y la OCDE. Alemania, dependiente de las exportaciones, ha sufrido especialmente la desaceleración de China y es la única economía avanzada que se prevé que sufra una contracción este año.
Robert Habeck, ministro de Economía y vicecanciller, atribuyó las “dificultades” actuales de la nación a las consecuencias de la crisis de los precios de la energía, el aumento de los costos de endeudamiento y la debilidad de socios comerciales clave.
“También hay puntos geopolíticos problemáticos que están aumentando la incertidumbre”, dijo Habeck en un comunicado enviado por correo electrónico.
“Por lo tanto, estamos saliendo de la crisis más lentamente de lo esperado”, añadió. No obstante, predijo una “recuperación sostenida” ayudada por la caída de la inflación y el aumento de los ingresos reales, que, según dijo, son “la base para una reactivación económica interna”.
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El ministerio dijo que espera que la inflación anual se desacelere al 2,6% el próximo año, desde el 6,1% en 2023, mientras que se prevé que el consumo privado se expandirá un 1,8% en 2024 después de una caída del 0,5% este año.
Habeck identificó el “problema estructural más urgente” de Alemania como la escasez de trabajadores, tanto calificados como no, y advirtió que el envejecimiento de la población solo exacerbará la situación.
“Debemos seguir haciendo todo lo posible para aprovechar mejor el potencial laboral nacional a través de calificaciones”, afirmó.
“Sin embargo, está claro que Alemania también depende de la inmigración para satisfacer sus necesidades de mano de obra, generar crecimiento y asegurar la prosperidad”, añadió.
Al abordar la controversia actual sobre el creciente número de refugiados, dijo que el Gobierno está decidido a ayudar a quienes llegan legalmente a Alemania a ingresar al mercado laboral, mientras que es necesario hacer más para garantizar que las personas que se encuentran ilegalmente en el país lo abandonen más rápidamente.
Traducido por Paola Torre.
