La popularidad del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, está disminuyendo tres meses después de haber asumido el cargo en medio de las dificultades que enfrenta el líder izquierdista para dirigir un Brasil profundamente dividido.
La proporción de brasileños que mantienen una opinión positiva del Gobierno de Lula cayó al 36% en abril, una disminución de cuatro puntos frente a febrero, según una encuesta de Quaest publicada el miércoles. La proporción de quienes tienen una opinión negativa aumentó del 20% previo a 29%.
Lula inició su tercer período como presidente del país el 1 de enero después de ganar una de las elecciones más reñidas en la historia moderna de Brasil. El exsindicalista de 77 años hizo campaña con la promesa de elevar los estándares de vida y unificar a la nación, un marcado contraste con su predecesor conservador, Jair Bolsonaro, cuya presidencia estuvo marcada por guerras culturales y una creciente polarización.
Messi, Lula y Pedro Pascal, los latinoamericanos más influyentes de 2023 según la revista Time
Pero la encuesta del miércoles indicó que Lula está perdiendo terreno rápidamente con los partidarios de Bolsonaro. Las opiniones negativas sobre el Gobierno actual aumentaron un 64% frente al 51% anterior entre quienes votaron por Bolsonaro en la segunda vuelta presidencial del año pasado.
Más de una cuarta parte de los brasileños que no votaron por ninguno de los candidatos el año pasado también ven negativamente el Gobierno de Lula, un fuerte aumento frente a febrero.
La encuesta muestra que, si bien Lula ha mantenido el apoyo de su electorado, está alienando a muchos otros, dijo Felipe Nunes, director de Quaest.
“Su discurso se centra en sus propios votantes, todas sus decisiones se relacionan con sus votantes”, dijo Nunes. “No hay nada sobre la clase media”.
Quaest entrevistó a 2.015 brasileños entre el 13 y el 16 de abril y la encuesta tiene un margen de error de 2,2 puntos porcentuales.
