Argentina transfirió este miércoles US$1.880 millones al Fondo Monetario Internacional, cumpliendo con el primer pago de capital de un rescate récord en medio de una crisis política tras la dura derrota del Gobierno en una votación primaria la semana pasada.
El pago fue confirmado a Bloomberg News por personas familiarizadas con el asunto, que solicitaron no ser identificadas ya que el Gobierno aún no lo había oficializado. El monto adeudado proviene de un récord de US$45.000 millones otorgado por el Fondo en 2018 al Gobierno anterior de Argentina en un intento fallido de estabilizar la economía propensa a la crisis.
El acuerdo con el FMI, casi listo, fue uno de los detonantes del estallido del gabinete
El banco central de Argentina pagó el vencimiento con derechos especiales de giro recibidos por el país el mes pasado, dijeron dos de las personas. El Fondo emitió los fondos adicionales, conocidos como DEG, para ayudar a los países a controlar el impacto de la pandemia, y Argentina recibió alrededor de US$4.300 millones en virtud de ese acuerdo.
El compromiso de Argentina con los pagos al FMI está bajo un mayor escrutinio después de que la coalición del presidente Alberto Fernández perdiera una votación primaria el 12 de septiembre, exponiendo una división con la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que dirige un ala más radical de la coalición gobernante. El país, que celebra unas decisivas elecciones legislativas el 14 de noviembre, debe pagar US$2.000 millones adicionales al Fondo antes de fin de año.
Gerry Rice, vocero del FMI, aseguró que siguen las negociaciones por un acuerdo con el país
Con Argentina excluida de los mercados internacionales de deuda, alcanzar un acuerdo con el Fondo para reprogramar los próximos pagos será crucial para que Fernández evite los US$19.000 millones en vencimientos el próximo año. Si bien ha dicho que el presupuesto del país para 2022 prevé que se alcanzará un acuerdo, es probable que la necesidad de recuperar terreno político lleve a un mayor gasto público, desafiando cualquier posible compromiso fiscal.
Una portavoz del FMI no proporcionó comentarios de inmediato.
