Argentina probablemente representará cerca de dos tercios de las exportaciones de soja paraguaya por segundo año consecutivo en lo que podría ser un cambio duradero para el tercer productor de oleaginosas de Sudamérica. Esa es la opinión de José Berea, presidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco). Señaló que los molinos argentinos están pagando una prima de US$15 por tonelada de soja paraguaya, que tiene un mayor contenido de proteínas que la oleaginosa local.
Los despachos hacia Argentina se dispararon después de que el presidente Mauricio Macri eliminara barreras establecidas por el gobierno de Cristina Kirchner. Los molinos argentinos agrupados en las cercanías del río Paraná operan a casi un 50% de capacidad ociosa luego de un cambio en la normativa tributaria, que hace más rentable para las empresas comerciales exportar soja sin procesar.
"El mercado argentino está aquí para quedarse como comprador de soja paraguaya", afirmó Berea en una entrevista telefónica con Bloomberg.
Los agricultores paraguayos necesitan todas las buenas noticias que puedan recibir en el cierre de una de sus peores temporadas desde 2011-2012. Pronósticos preliminares de Capeco arrojan una caída del 24% a cerca de 7,85 millones de toneladas. Berea explicó que la segunda cosecha que se está acopiando actualmente podría elevar la producción total de la temporada a 9 millones de toneladas, de los cuales 5,3 millones se enviarían al exterior.
Capeco estima que la menor producción de soja y una caída interanual del 20% de los precios podrían costarle al país US$1.340 millones en ingresos por exportaciones este año. El mes pasado, el banco central mencionó una mala cosecha de soja como factor importante que explica su decisión de reducir la perspectiva de crecimiento para 2019 de 4% a 3,2%, mientras que el banco brasileño Itaú proyecta una expansión de 3%.
"El derrame de la agricultura en la economía es muy fuerte” y una menor cosecha reduce la demanda de transporte, camiones y mano de obra, detalló Berea. “Se va a resentir por supuesto". Capeco y gremios agropecuarios han pedido al banco central que otorgue a entidades financieras una mayor flexibilidad a fin de refinanciar pasivos de los productores del sector ante la próxima campaña. Berea estima que los agricultores sembrarán soja en al menos 3 millones de hectáreas en la temporada 2019-2020 y el destino de otras 500.000 hectáreas arrendadas dependerá de los precios y la refinanciación.