La prioridad de Jair Bolsonaro será arreglar la maltrecha economía de Brasil y no gastar capital político en otros asuntos si resulta elegido presidente a finales de este mes, dijo su hijo y asesor de campaña en una entrevista el miércoles. En la parte superior de la lista se encuentran los planes para limitar el gasto en pensiones y simplificar un sistema fiscal difícil de manejar que ahoga el crecimiento económico. "Brasil es un avión que se estrella, seremos atrevidos", dijo Eduardo Bolsonaro a Bloomberg News en su oficina de la cámara baja del Congreso.
El candidato de extrema derecha, cuyo partido se convirtió en el segundo mayor en la cámara baja el domingo pasado, podría incluso tratar de trabajar con la Administración saliente para que el Congreso actual apruebe algunas medidas económicas. Ninguno de los candidatos presidenciales logró la mayoría para ser elegido en la primera ronda de elecciones. Los dos finalistas se dirigen a una segunda vuelta el 28 de octubre. El presidente electo asumirá el cargo el 1 de enero.
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"Queremos comenzar el año con algo ya aprobado, daremos el primer paso", dijo. Los mercados de divisas y acciones de Brasil deshicieron parte de las ganancias de la semana pasada después de que Jair Bolsonaro dijese en una entrevista televisiva que habría límites para la venta de activos estatales, particularmente en los sectores de energía y petróleo .
Los esfuerzos por forjar un terreno común en el Congreso para aprobar medidas económicas se centrarían en agrupar a los caucuses más que a los partidos políticos, dijo Eduardo. Un gobierno de Bolsonaro hablaría con todo el espectro político, excepto los partidos más radicales: el Partido de los Trabajadores de izquierda, el PCdoB comunista y el partido socialista PSOL.
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Imperio de la ley
Eduardo, un abogado de 34 años y ex agente de la policía federal, también quiso tranquilizar a los críticos que temen que Bolsonaro pueda ignorar el Estado de derecho y recurrir a medidas autoritarias para imponer su voluntad. "Si no podemos alterar la Constitución con una enmienda, el país sufrirá las consecuencias, se convertirá en una Grecia", dijo en referencia a la crisis financiera de ese país.
"Haré mi parte. No recurriré a un FAL, un M-16 o un AR-15 y dispararé al Congreso", dijo en su oficina, decorado con eslóganes pro-armas y pro-vida, una Biblia sobre la mesa y estatuas en miniatura de Ronald Reagan y Donald Trump. Al preguntarle cuál es su mensaje para aquellos que temen un golpe militar, dijo: "No tiene sentido pensar que Jair Bolsonaro llevaría a cabo un golpe de Estado con las Fuerzas Armadas. Si tuviera todo ese poder, llevaría a cabo el golpe hoy. ¿Para qué pasar por las elecciones, con todo ese estrés, esa exposición?"
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Una administración de Bolsonaro reduciría la cantidad de ministerios en casi la mitad a 15, fusionaría carteras como finanzas y planificación, así como agricultura y medio ambiente. Al menos dos de ellas, defensa e infraestructura, estarán a cargo de oficiales militares. Respecto a la posibilidad de que Ilan Goldfajn permanezca como actual jefe del banco central, Eduardo dijo que la campaña de Bolsonaro lo tenía en alta estima y le gustaría que se quedara. "Depende de si quiere aceptar o no".