INTERNACIONAL
A UN DIA DEL COMICIO

‘Los Bolsonaro’, el clan que amenaza conquistar a Brasil

El capitán del Ejército lidera los sondeos. Tres de sus hijos son políticos y hacen campaña con su padre. El rol de las ex esposas.

20161110_1348_INTERNACIONALES_CP36 Agencia Ap
Pater familias. En la sesión de impeachment a Dilma Rousseff en 2016, Bolsonaro estuvo flanqueado por su hijo Eduardo, que es diputado federal y, además, policía. | afp / ap / cedoc perfil

Líder en las encuestas con el 35% de intención de voto, Jair Messias Bolsonaro no cuenta con el respaldo de un gran partido político, sino que construyó un proyecto personalista, en el que sus hijos, sus más fieles lugartenientes, cumplen un rol fundamental. Tras la puñalada que lo sacó de la campaña, Flávio, Carlos y Eduardo lo reemplazaron en los actos de campaña en todo el país. Allí, repitieron el libreto escrito por el ex capitán del Ejército: el Partido de los Trabajadores (PT) es corrupto, Brasil no puede ser gobernado por Lula desde la cárcel, hay que aplicar mano dura para combatir al crimen y las recetas neoliberales reactivarán la economía brasileña.

Los Bolsonaro conforman una controvertida pyme familiar que quiere pegar el salto y gerenciar al gigante sudamericano. Flávio, de 37 años, se postula al Senado, tras cuatro mandatos consecutivos como diputado estadual. Al igual que sus hermanos, profesa el discurso antisistema de su padre, un cóctel que incluye racismo, homofobia, y la defensa de la dictadura militar. En 2016 intentó, sin éxito, ser alcalde de la “Cidade Maravilhosa”. Fue el vocero de la familia tras el ataque a su padre, quien, según él, sería “electo en primera vuelta”.

Carlos, el segundo de los hermanos, se convirtió en 2000 en el concejal más joven de Río de Janeiro –fue electo con 17 años–, al derrotar a  su madre, Rogéria, la primera mujer de Bolsonaro. Desde ese entonces, retuvo su banca y propuso, entre otros proyectos, la baja de la edad de imputabilidad, En septiembre de 2017 viajó a Buenos Aires y se “infiltró”, según consigna en su canal de You Tube, en  la Marcha Federal de Un Grito Global por el Aborto Legal. En la Plaza de Mayo, el hijo del candidato presidencial se grabó entre los manifestantes y comparó la protesta con la situación política en su país. “Los movimientos izquierdistas frente a la Casa Rosada. Idéntico a lo que sucede en Brasil. Jóvenes que parecen renegados por algún motivo. Son manipulados por el sistema educativo en nuestro país y en Argentina también”, sostiene.

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“Las armas de fuego son la garantía de nuestra libertad”, postulan los miembros del clan. Eduardo, diputado federal como su padre, es policía y lleva a todos lados su pistola reglamentaria. “El Pitbull de la familia Bolsonaro”, lo retrató en un perfil la revista Istoé. Candidato a la reelección en la Cámara de Diputados, dice lo que su padre no puede pronunciar en la campaña. “En el medio policial, es conocida la estrategia en interrogatorios del ‘policía bueno y policía malo’. Jair y Eduardo Bolsonaro parecen haber llevado ese dicho al campo de la política: inventaron el ‘político bueno y el político malo’”, sostiene la publicación.

Ricardo Ismael, profesor de Ciencia Política en la PUC de Río de Janeiro, destaca el papel que cumplen los hijos en la campaña presidencial. “Todos tienen cargos públicos. Dos de ellos son candidatos en estas elecciones. Políticamente, abrazan una agenda de derecha, como su padre”, afirmó a PERFIL.
 
Polémica. La “pyme Bolsonaro” también incluye a sus dos ex mujeres. Ana Cristina Siqueira Valle, candidata a diputada bajo el nombre Cristina Bolsonaro, protagonizó la última polémica de la campaña. Tras un divorcio conflictivo, lo denunció por ocultar su patrimonio a la Justicia Electoral, robarle 30 mil dólares y 800 mil reales y amenazarla de muerte. Luego de que la prensa publicara la denuncia, Valle desmintió todo y dijo que su jefe político era un “buen padre” y un “buen ex marido”.

Rogéria, en tanto, fue concejal en Río, pero también tuvo encontronazos con Bolsonaro. Tras dos períodos en la Legislatura, el capitán del Ejército le retiró su apoyo, disgustado porque había dejado de llamarlo por teléfono para que él “decidiese el sentido de sus votos”. “Nunca la golpeé. Pero tuve ganas de fusilarla varias veces”, declaró a Istoé Gente. Otro rasgo en común es el aumento del patrimonio familiar. El de Jair creció un 168% desde 2006; el de Flávio, en tanto, 55% desde 2010, y Eduardo aumentó sus bienes un 432% desde 2014. Ahora aspiran al premio mayor: la presidencia de Brasil.

Críticas a Lula y el PT

El diputado ultraderechista Jair Messias Bolsonaro, candidato que lidera los sondeos de intención de voto para las elecciones presidenciales en Brasil, insistió ayer en que el país no merece ser gobernado desde la prisión, en referencia al encarcelado ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva. “Brasil es gigante y honesto. El ciudadano no aguanta más ser masacrado mientras premian a los malhechores. No merecemos ser gobernados desde dentro de la cárcel o por sus ahijados políticos”, afirmó el polémico diputado en el mensaje que publicó en su cuenta en Twitter.

Así, buscó erigirse en el candidato “anti-Lula” y “anticorrupción” y extendió la crítica a Fernando Haddad, el postulante del Partido de los Trabajadores (PT). “De norte a sur, la población exige cambios urgentes. Estamos juntos en ese esfuerzo”, agregó Bolsonaro. Su nuevo ataque a Lula y a su ahijado político se produjo a solo dos días de las elecciones y en medio de la profunda polarización que divide en dos al país.