El ministro de energía de Brasil informó que su país planea firmar un acuerdo la próxima semana con el presidente Donald J. Trump que podría allanar el camino para que las empresas estadounidenses exploren el país latinoamericano en busca de uranio e inviertan en nuevas plantas de energía nuclear.
Bento Albuquerque, un exalmirante y exdirector del programa atómico de la Marina brasileña, se reunió con el secretario de Energía de EE.UU., Rick Perry, en Houston esta semana y discutieron la creación de un foro bilateral sobre cooperación energética que incluya proyectos nucleares. Se espera que sea parte de un memorando que firmará el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en su primer viaje a la Casa Blanca la próxima semana, dijo Albuquerque el jueves en una entrevista.
La colaboración propuesta es otro elemento del impulso de la administración Bolsonaro para alinearse con Trump, un gran cambio respecto a los gobiernos anteriores, más centrados en fortalecer los vínculos con China. Al mismo tiempo, Alburquerque dijo que Brasil está abierto a conversaciones similares sobre las mismas oportunidades con China, Rusia y Francia.
El impulso para atraer intereses comerciales extranjeros es también un ejemplo de los esfuerzos del gobierno por liberalizar partes de la economía. Industrias Nucleares do Brasil (INB), controlada por el Estado, tiene actualmente el monopolio sobre la extracción de uranio.
"La industria minera de Brasil ya es totalmente privada, a excepción del uranio", dijo Albuquerque, quien estuvo en Houston para la conferencia CERAWeek de IHS Markit. "Es absurdo que solo INB, que depende de los recursos del Tesoro de Brasil, pueda extraer uranio y producir combustible en Brasil".
Las compañías brasileñas, como la minera de hierro Vale SA, deberían tener la opción de producir uranio, dijo Alburquerque. Vale declinó hacer comentarios.
Brasil tiene alrededor del 5 por ciento de los recursos globales de uranio y dos plantas de energía atómica, Angra 1 y Angra 2, que generan alrededor de 3 por ciento de su electricidad, según la Asociación Nuclear Mundial. Actualmente, se está evaluando una tercera planta, Angra 3, que podría costar hasta US$16.000 millones y se completará en 2023.
Albuquerque, de 60 años, dijo que apoya la construcción de más capacidad nuclear y que el director ejecutivo del operador estatal Eletrobrás Termonuclear ha tenido reuniones con compañías atómicas extranjeras como Westinghouse Electric Co., Rosatom Corp. y CNNC.
El ministro también dijo que quiere aliviar los obstáculos para la exploración de uranio en tierras indígenas, lo que requeriría cambios regulatorios y la aprobación del Congreso. Albuquerque irá a un comité del Congreso el 26 de marzo para presentar la propuesta.