El equipo económico de Brasil quiere adoptar un objetivo fiscal flexible para 2021, ya que las incertidumbres causadas por el nuevo coronavirus dificultan la estimación del impacto de la crisis, según cuatro personas con conocimiento directo del asunto.
El Gobierno tiene de plazo hasta el 15 de abril para enviar un proyecto de ley al Congreso con pronósticos para el próximo año. El proyecto de ley debe establecer un objetivo fiscal que cumpla con las leyes de responsabilidad fiscal del país, pero dadas las dificultades para estimar el impacto de la pandemia, el equipo económico quiere que el objetivo sea flexible, dijeron las personas, que pidieron que no se revelara su identidad porque las conversaciones no son públicas.
Los detalles de la propuesta aún no son definitivos, dijeron dos de las personas. En el pasado, Brasil ha establecido rangos para su objetivo fiscal en lugar de un número fijo, pero el mecanismo adoptado por la Administración podría ser nuevo, como el establecimiento de objetivos dependiendo de supuestos económicos, dijeron.
Brasil declaró una calamidad pública el mes pasado, lo que exime al Gobierno de cumplir el objetivo de este año de un déficit de 124.000 millones de reales (US$24.000 millones). La cifra para 2020 ahora se estima en 419.000 millones de reales, pero podría alcanzar 500.000 millones de reales, según han dicho miembros del equipo económico. El déficit en 2021 podría alcanzar los 150.000 millones de reales, frente a una estimación inicial de 68.500 millones de reales, dijeron dos de las personas.
El Ministerio de Hacienda no respondió a mensajes en los que se solicitaban comentarios.
El equipo económico está procediendo con precaución para evitar suscitar dudas sobre su compromiso con la austeridad fiscal, dijeron dos de las personas. Tiene previsto reforzar la importancia de preservar el límite del gasto para tranquilizar a los mercados, dijo una de las personas.