Brasil ahora es el epicentro de coronavirus de más rápido crecimiento en el mundo, representando el 13% de todos los casos nuevos a nivel mundial en la última semana.
Pocos días después de que superara a Italia y España en el número total de casos, la nación latinoamericana le quitó el puesto número 3 al Reino Unido, informando 254.220 casos confirmados hasta el lunes. El país está alcanzando rápidamente a Rusia, que solo sigue a EE.UU., según datos recopilados por Bloomberg.
Para los profesionales de la salud y los observadores de Brasil desde hace mucho tiempo, la propagación de la mortal enfermedad respiratoria es agravante por su previsibilidad. El mercado emergente alberga a 210 millones de personas, y su sistema de salud pública ya estaba insuficientemente financiado y bajo tensión antes de que la pandemia se extendiera por todo el mundo.
Pero una crisis política en rápido deterioro y las luchas internas entre los funcionarios federales y estatales, así como en el propio gabinete del presidente Jair Bolsonaro, dejan a la nación sin una estrategia integral para frenar la propagación. Las medidas de distanciamiento social varían de estado a estado –incluso de ciudad a ciudad–, ya que los líderes locales se encargan de implementar sus propias cuarentenas y confinamientos.
El viernes, el ministro de Salud, Nelson Teich, renunció después de menos de un mes en el cargo, justo cuando Brasil alcanzaba un récord de 17.126 casos nuevos, según el recuento de Bloomberg y la Universidad Johns Hopkins. Casi 17.000 personas han muerto hasta ahora.
“Tres ministros de Salud en menos de un mes; menos de 3.500 pruebas por millón de personas; no hay una guía federal clara sobre cómo lidiar con la pandemia; y políticas de contención variadas y descoordinadas”, escribió Alejo Czerwonko, estratega de mercados emergentes de UBS Financial Services, en una nota a los clientes. “No sorprende que Brasil” sea un nuevo epicentro, agregó.
Los mercados emergentes ahora representan los cinco puntos críticos de coronavirus de más rápido crecimiento, con Brasil liderando el grupo seguido de India y Arabia Saudita. Los nuevos casos diarios crecieron un 5,5% en promedio la semana pasada a 241.080 infecciones a partir del domingo. La cifra contrasta con una tasa de crecimiento de 4,1% en Rusia. En EE.UU., hogar del brote más grande con 1,49 millones de casos en total, las nuevas infecciones están creciendo en promedio del 1,6% por día.
Al día
Bolsonaro dijo a sus aliados durante el fin de semana que no tiene prisa por elegir un nuevo jefe de la cartera de Salud y que puede dejar al ministro interino en el trabajo hasta que encuentre el reemplazo adecuado, informó el lunes el periódico Folha de S.Paulo. Se espera que el ministro en funciones, Eduardo Pazuello, que es general militar, no médico, amplíe el uso de cloroquina para tratar a los pacientes de covid-19, la demanda clave del presidente que provocó la partida de Teich, dice el periódico. Bolsonaro despidió a su anterior ministro de Salud en abril, en medio de conflictos sobre las pautas de distanciamiento social.
Thomaz Favaro, analista político de Control Risks, dice que si bien es normal ver cierto nivel de discordia entre los gobiernos federales y locales regionales, “nada se compara con el nivel de caos que estamos viendo en Brasil”.
“La forma en que están fuera de sincronización reduce el impacto de las medidas”, dice. “La comunicación es la herramienta principal que los gobiernos tienen para combatir la pandemia, y con tantos mensajes diferentes, reduce el poder del aislamiento social y crea un paisaje fértil para noticias falsas y teorías de conspiración”.
Hasta el lunes por la noche, Brasil tenía 254.220 casos confirmados, por encima de los 246.406 del Reino Unido. La nación latinoamericana reportó 674 muertes en las últimas 24 horas, elevando el total a 16.792.
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