BLOOMBERG

Bristol-Myers brinda en Año Nuevo tras sacrificarse en Navidad

Puede que trabajar durante las fiestas no sea divertido, pero resultó una ventaja para sellar la operación farmacéutica más grande de la historia en el tercer día del nuevo año.

Bristol-Myers
Bristol-Myers | Bristol-Myers

Puede que trabajar durante las fiestas no sea divertido, pero resultó una ventaja para sellar la operación farmacéutica más grande de la historia en el tercer día del nuevo año.

Los ejecutivos de Bristol-Myers Squibb Co. y Celgene Corp. habían debatido la idea de una fusión durante un par de años, según personas con conocimiento del tema, que pidieron que no se revelara su identidad al hablar de estos y otros detalles privados de las negociaciones. Las acciones de ambas compañías se habían resentido y estas se veían impulsadas por la necesidad de nuevos productos para seguir creciendo.

Llegar al acuerdo de US$74.000 millones fue otra cuestión. Haciendo una pausa sólo el día de Navidad, los banqueros, los abogados y los ejecutivos trabajaron frenéticamente durante los últimos días de 2018 para tener lista la transacción para la fecha fijada. Ese período de menor actividad ayudó a liberar a actores clave de ambas compañías de los rigores diarios de dirigir sus empresas mientras se conseguía sacar adelante el acuerdo a través de numerosas llamadas en conferencia.

La transacción es la adquisición más grande anunciada en fecha tan temprana de un año calendario, de acuerdo con los datos que reunió Bloomberg que se remontan a 1990. Hasta sus artífices quedaron sorprendidos de haber podido respetar el cronograma original.

El máximo responsable de Bristol, Giovanni Caforio, dijo que las dos empresas habían analizado “posibles oportunidades de trabajar juntas varias veces en el pasado”. Las negociaciones formales comenzaron cuando el ejecutivo llamó al máximo responsable de Celgene, Mark Alles, en septiembre para invitarlo a comer.

Día histórico

La agitación de los mercados en los últimos meses de 2018 ayudó a ambas partes a salvar un importante obstáculo final: la valuación. La caída de las acciones hizo que Bristol pudiera pagar un precio que consideraba razonable ofreciendo al mismo tiempo a los accionistas de Celgene una prima de 54 por ciento. Bristol y Celgene no efectuaron comentarios sobre los detalles de las negociaciones fuera de sus declaraciones públicas.

Bristol-Myers bajó 14 por ciento el jueves en Nueva York, a US$45,12 por acción, mientras que Celgene trepó 21 por ciento, a US$80,43.

Cuando el jueves se dio a conocer la operación, que incluye un cargo por ruptura del acuerdo de US$2.200 millones, Caforio lo calificó de “día histórico” para ambas empresas.

Tampoco fue un mal día para sus asesores. Los principales banqueros de Bristol en Morgan Stanley, además de Evercore Inc. y Dyal Co., compartirán US$85 millones en comisiones, según los cálculos de Freeman Consulting Services. El principal asesor de Celgene, JPMorgan Chase & Co., así como Citigroup Inc., podrían compartir US$110 millones.

Si bien los ejecutivos y los asesores contratados quizá se hayan perdido los habituales festejos de fin de año, de todos modos brindarán con champán –nombre en clave de Bristol para Celgene en las conversaciones- cuando se sienten para la cena oficial de cierre de la operación.