Pampa Energía SA, la compañía energética más diversificada de Argentina, está reconsiderando el gasto de cientos de millones de dólares a medida que la incertidumbre se apodera del país tras el impacto de una aplastante victoria de la oposición en las elecciones primarias.
"Los planes de gastos de capital están en revisión para todas nuestras líneas de negocios", dijo el director ejecutivo, Gustavo Mariani, en una conferencia sobre resultados con analistas. El año pasado, los gastos de capital para el productor energético y su distribuidora eléctrica totalizaron US$785 millones.
La medida de Pampa —cuyas acciones en Nueva York perdieron un 54% el lunes en medio de un descalabro sin precedentes para los valores argentinos— es otro ejemplo de la manera en que un gran signo de interrogación se avecina sobre el futuro de Argentina que está agitando tanto a negocios como a tenedores de bonos. Las acciones subieron un 1,3% a las 2:18 p.m. del martes.
Alberto Fernández superó al presidente, Mauricio Macri, con casi 16 puntos porcentuales en las primarias del domingo, lo que implica una alta probabilidad de que gane las elecciones el 27 de octubre. Sin embargo, todavía no está clara la manera en que Fernández se haría cargo de las reformas de mercado de Macri.
Aun así, tanto los argentinos como los inversionistas en el extranjero se preparan para un gobierno que refleje los años en el poder de su compañera de fórmula, Cristina Fernández de Kirchner. La exmandataria intervino en los mercados de energía, introdujo controles de capital y nacionalizó los fondos de pensiones.
Pampa finalizará la expansión de una planta termoeléctrica a mediados del próximo año, pero todo lo demás está bajo revisión, especialmente porque Fernández probablemente aún no tiene un plan para el sector energético, dijo Mariani.
Mientras hacía campaña, Fernández mencionó ligeramente que va a “desdolarizar las tarifas” de los servicios públicos, aunque no estaba claro a qué se refería.
Para Pampa implicaría trasladar los acuerdos de compra de energía con el administrador mayorista estatal a pesos con ajustes de inflación, dijo Mariani. Esto dañaría la medida clave de ganancias de la compañía, cercana a US$1.000 millones al año.
Fernández, además, debe aportar claridad respecto a los planes para los incipientes campos de shale de Argentina. El proceso de licitación para la construcción de un gasoducto, avaluado en US$2.000 millones, para transportar gas de shale en todo el país probablemente se retrasará hasta que Fernández confirme su "voluntad de seguir adelante", dijo Mariani.
El caos político y comercial también presenta oportunidades. Pampa dijo que su sólida posición de efectivo le permitiría analizar cualquier oportunidad de fusiones y adquisiciones.