A Paulo Guedes, el hombre encargado de arreglar la economía de Brasil, le gusta recordar a todos que proviene de la Universidad de Chicago. En entrevistas, aprovecha cada oportunidad para referirse a sus días estudiando allí bajo la tutela de Milton Friedman. "No hay nadie más preparado yo", dice. El ministro de Economía entrante de Brasil entrega un puesto clave tras otro en su equipo a graduados de Chicago: Joaquim Levy, en la dirección de un banco estatal, Rubem Novaes, en la dirección de otra entidad bancaria, y Roberto Castello Branco, en la gestión de la petrolera Petrobras.
Colectivamente, buscarán implementar la versión radical de la economía neoliberal por la que la escuela es famosa: vender activos estatales, recortar gastos, recortar impuestos y desregular en un país donde los políticos y muchos votantes desde hace tiempo desaprueban tales prescripciones de libre mercado. Sin embargo, con la economía sumida en una depresión de cinco años que ha llevado a la pobreza a millones de brasileños, Guedes y su equipo, con autorización del presidente electo, Jair Bolsonaro, deberán restablecer la política del gobierno cuando asuman el cargo el 1 de enero e impulsar el crecimiento.
Se espera que Salim Mattar, fundador de la agencia de alquiler de autos Localiza y elegido por Guedes para impulsar la eficiencia del gobierno como secretario de privatización y clausura de Brasil, elija cuál de las 138 empresas estatales de Brasil se privatizan y bajo qué modelo. Esto incluiría bancos regionales, administradores portuarios, compañías de transporte, plantas de energía eólica y la casa de la moneda. Con Levy, el banco brasileño de desarrollo BNDES administrará las subastas reales, incluida la venta en curso de distribuidores del gigante de la energía Eletrobras.
Choque liberal
Guedes aseguró a los líderes de la industria local que la apertura será "gradual" y se sincronizará con una reducción de la burocracia y la carga fiscal, a fin de fomentar un entorno empresarial más competitivo y no dejar que se desangre la cuota de mercado. El camino político que Guedes esboza difiere en forma pronunciada del que toma forma en la segunda economía más grande de América Latina. El presidente de México, Andres Manuel López Obrador, dijo en su discurso inaugural del 1 de diciembre que "las políticas económicas neoliberales han sido un desastre".
A diferencia de su homólogo mexicano, Guedes carece de mayoría en el Congreso y tendrá que negociar con legisladores que acostumbran a exigir patrocinio a cambio de colaboración. "El gran desafío es hacer políticamente viable el impacto liberal que Paulo Guedes, con mucha competencia, está diseñando y liderará", puntualizó Carlos Langoni, exjefe del Banco Central de Brasil con un Ph.D. de la Universidad de Chicago.