El cobre y las acciones de países en desarrollo están marchando al unísono hacia territorio bajista, lo que suma problemas al atribulado complejo de mercados emergentes.
Las acciones de productores de materias primas se negociaban en torno a su menor valuación en cinco años el miércoles, arrastradas por el declive del cobre al nivel más bajo en 13 meses. Eso ayudó a empujar el índice de Mercados Emergentes MSCI a niveles cercanos a territorio bajista, extendiendo las pérdidas desde un máximo en enero al 19 por ciento.
Claro que las decepcionantes ganancias del gigante tecnológico chino Tencent Holdings están contribuyendo a estimular la venta generalizada. Pero la turbulenta negociación está dando una lección clave a los inversionistas: el ciclo de retroalimentación negativa de la vieja escuela entre las materias primas y las acciones de mercados emergentes ha vuelto con fuerza.
Un ejemplo: el índice de acciones MSCI y los contratos de cobre en la Bolsa de Metales de Londres se están moviendo cada vez más juntos. La correlación de 52 semanas está cerca de un máximo de seis años.
Está causando un nuevo dolor a las naciones en desarrollo afectadas por la guerra comercial entre EE.UU. y China, la crisis monetaria de Turquía y el repunte del dólar.
En cierto sentido, las bajas paralelas de los productos básicos y las acciones representan el regreso al ambiente de inversión entre 2014 y 2016. En aquel entonces, la turbulencia del mercado en China y Rusia derivó en una venta generalizada, arrastrando al menos a 26 países en desarrollo hacia territorio bajista.
Si bien el subgrupo de bienes básicos representa menos del 8 por ciento de la clasificación de mercados emergentes de MSCI Inc. por ponderación, su importancia para las economías no asiáticas como Rusia, Sudáfrica y Brasil no debe subestimarse. Si China y sus vecinos se excluyen de los índices MSCI, los precios de las materias primas son efectivamente el impulsor más importante para las perspectivas de las acciones y monedas.
Los tres mayores productores de cobre del mundo son economías emergentes, según el International Copper Study Group. A Chile, Perú y China se unen el Congo, Zambia, México e Indonesia en el top 10.
Un indicador de las monedas de los mercados emergentes ha caído más del 5 por ciento este año, pero los beneficios resultantes para las exportaciones se están viendo contrarrestados por las tensiones en el comercio mundial, mientras que el índice de materias primas de Bloomberg se sitúa cerca de mínimos de un año.