El banco central de Colombia mantuvo su tasa de interés de referencia por quinto mes consecutivo en momentos en que el crecimiento se recupera y sus bonos y su moneda se sacuden de la confusión que viven otros mercados emergentes.
La junta directiva votó por mantener la tasa en 4,25%, comentó a los medios el gerente general de la entidad, Juan José Echavarría, tras la reunión. Los 34 analistas encuestados por Bloomberg pronosticaron la decisión.
Los inversionistas todavía le dan el beneficio de la duda al país, puesto que la economía se acelera, la inflación sigue cerca de su objetivo y el nuevo gobierno se compromete a hacer lo necesario para frenar el déficit presupuestario. El aumento del precio del crudo, la mayor exportación nacional, a su nivel máximo en cuatro años, ha mejorado también el panorama fiscal y de crecimiento.
El peso no ha mostrado mayor variación desde principios de año, mientras que Argentina elevó su tasa de interés al 60% en agosto para contener una caída del 50% de su moneda. Turquía, Brasil, Sudáfrica y Rusia también se han visto afectados por depreciaciones.
Con la inflación cerca de su objetivo, Colombia podría incluso reducir las tasas para apuntalar la recuperación si no fuera por la volatilidad de los mercados mundiales, aseguró Alejandro Reyes, economista de la unidad de BBVA en Colombia, que pronosticó correctamente la decisión de hoy.
"El banco debe sopesar más lo que está sucediendo con las condiciones externas y las vulnerabilidades que están atravesando los países emergentes", comentó Reyes en una entrevista telefónica.
La inflación anual se desaceleró a 3,1% en agosto, la más baja en cuatro años, y ligeramente por encima de la meta de 3%. Echavarría pronosticó el mes pasado que la economía crecerá de 2,7 a 3% este año y entre 3,3% y 3,5% en 2019. Economistas encuestados por el banco central prevén que Colombia comenzará a elevar la tasa en abril del próximo año.
La de hoy fue la primera reunión de política monetaria del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, quien prometió hacer lo necesario para mantenerse dentro de la “regla fiscal” de Colombia, o ley de presupuesto equilibrado.