La confianza del consumidor de Estados Unidos cayó en agosto a su nivel más bajo desde 2014, debido a que los consumidores están más pesimistas respecto de las condiciones laborales y comerciales, lo que indica que los estadounidenses se están desanimando a causa de un desempleo persistentemente alto.
El índice del Conference Board bajó a 84,8 puntos desde el nivel revisado del mes anterior de 91,7, socavando el mínimo pandémico de 85,7 puntos registrado en abril, según un informe publicado el martes. La estimación media de los economistas encuestados por Bloomberg preveía una lectura para agosto de 93 puntos. El indicador de expectativas cayó 3,7 puntos a 85,2 puntos, el nivel más bajo desde 2016, mientras que la confianza de los hogares sobre las condiciones actuales cayó 11,7 puntos a 84,2 puntos.
El informe apunta a una recuperación económica con dificultades y a riesgos para la reelección del presidente, Donald Trump, mientras los estadounidenses lidian con el alto desempleo y la incertidumbre sobre el futuro estímulo federal. Además, un nuevo programa de ayuda por desempleo está recién empezando a llegar a los estadounidenses. El indicador de confianza también se mantiene muy por debajo de los niveles previos a la crisis, lo que ilustra la profundidad del daño económico ocasionado por la pandemia.
“El gasto del consumidor se ha recuperado en los últimos meses, pero las crecientes preocupaciones entre los consumidores sobre las perspectivas económicas y su bienestar financiero probablemente harán que el gasto se reduzca en los próximos meses”, dijo Lynn Franco, directora senior de indicadores económicos del Conference Board, en un comunicado.
De hecho, los encuestados indicaron que era menos probable que hicieran grandes compras en los próximos meses: la proporción de estadounidenses que espera comprar electrodomésticos costosos cayó a 44,8%, el porcentaje más bajo desde 2015, mientras que los que planean comprar un automóvil cayó a 9,7%, el segundo nivel más bajo desde 2010.
Las acciones estadounidenses oscilaron entre ganancias y pérdidas después del informe, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años cayeron brevemente antes de volver a subir. Otros datos del martes fueron más optimistas: la venta de viviendas nuevas repuntó al nivel más alto desde 2006, mientras que una medida regional de fabricación fue la más fuerte en casi dos años.
La proporción de consumidores que dicen que es difícil conseguir empleo aumentó de 20,1% al 25,2%. Alrededor de 30% de los consumidores dijo que esperan mejores condiciones económicas dentro de seis meses, frente a 31,6% de julio.