Noruega está lista para reanudar las discusiones sobre la ayuda financiera para proteger el Amazonas, la selva tropical más grande del mundo, luego de la elección de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente de Brasil.
La nación escandinava espera discutir con el Gobierno brasileño entrante los pasos necesarios para reabrir el Fondo Amazonía, una iniciativa internacional de conservación que se creó con Alemania en 2008, dijo este lunes 31 el ministro del Medio Ambiente noruego, Espen Barth.
“Hemos notado señales claras positivas de la campaña de Lula con respecto a las iniciativas políticas destinadas a reducir rápidamente la deforestación en la Amazonía. Esto es significativo a nivel mundial”, dijo Barth en respuesta por correo electrónico a las preguntas. “Damos la bienvenida a Brasil nuevamente como socio global en los esfuerzos para reducir la deforestación”.
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La nación detuvo su colaboración con Alemania hace dos años para protestar en contra de las políticas de Jair Bolsonaro, que habían aumentado la deforestación en un área crucial para reducir las emisiones de carbono. El Fondo, administrado por el banco brasileño de desarrollo BNDES, fue creado para recaudar donaciones destinadas a inversiones no reembolsables en prevención, monitoreo y combate a la deforestación.
Lula, quien era presidente cuando se lanzó originalmente el fondo, se comprometió en su primer discurso a trabajar hacia la “deforestación cero” de la Amazonía, después de vencer al actual presidente Bolsonaro en la segunda vuelta de las elecciones de Brasil el domingo. El líder electo dijo que está abierto a la cooperación internacional para salvaguardar el bosque mediante la promoción de inversiones e investigaciones científicas condicionadas a estar bajo el liderazgo brasileño.
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“No estamos interesados en la guerra en nombre del medio ambiente, pero estamos listos para defenderlo de cualquier amenaza”, dijo Lula el domingo por la noche. “Probaremos una vez más que es posible generar riqueza sin destruir el medio ambiente”.
Lula también dijo que sus Gobiernos anteriores lograron reducir la deforestación de la Amazonía en un 80%. La nueva Administración retomará el monitoreo para combatir la tala y las actividades ilegales en la región como la minería, la extracción de madera o la producción agrícola inapropiada, dijo.
La deforestación amazónica, con una tendencia al alza en los últimos años, alcanzó un récord en la primera mitad de 2022. Bolsonaro desmanteló los equipos gubernamentales encargados de hacer cumplir las normas ambientales y eliminó las protecciones legales para varios tipos de territorios indígenas, incluidos los que están en estudio y en espera de reconocimiento legal, lo que elevó el escrutinio internacional y detuvo el financiamiento de iniciativas globales.
