Lula da Silva se puso una gorra de CFK 2023 y prometió unidad: “Brasil está de vuelta en el mundo”
El líder socialista dijo ante una multitud que el país necesita "paz y unidad", por lo que aseguró que, a partir del 1° de enero de 2023, gobernará para los 215 millones de brasileños.
Lula da Silva celebró su victoria electoral este 30 de octubre. |
AFP
El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este domingo, en su primer discurso tras la victoria en el balotaje ante el mandatario de ultraderecha Jair Bolsonaro, que apostará al diálogo "para luchar contra el hambre". Al terminar su discurso, Lula celebró en el búnker con su equipo y se puso una gorra que promociona la campaña de Cristina Kirchner para las próximas elecciones: "CFK 2023".
El ícono de la izquierda latinoamericana, de 77 años, se impuso por 50,83% de los votos frente a 49,17% para el excapitán del ejército, de 67 años, con el 98,8% escrutado. La velada electoral fue agónica pues ambos candidatos se mantuvieron codo a codo durante todo el escrutinio. La diferencia en votos es de 1,9 millones a favor de Lula, para un total de 156 millones de electores.
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Los simpatizantes de Lula celebraron en las calles la victoria.
“Esta elección que colocó frente a frente dos proyectos opuestos de países que hoy tiene un solo vencedor: el pueblo brasileño. No es una victoria del PT o mía, sino del inmenso movimiento democráticos que dejó de lado los intereses partidarios e ideológicos por la democracia”, dijo Lula tras la victoria. El ganador de las elecciones envió un mensaje a su contrincante al expresar que “el pueblo quiere libros, en vez de armas”.
En un claro mensaje de apoyo político, Lula se tomó una foto con la famosa gorra con la que también posó la vicepresidenta que promociona la campaña de Kirchner como candidata a las elecciones presidenciales 2023, una imagen que rápidamente se difundió por las redes sociales.
En ese sentido, aseguró: “A partir del 1 de enero de 2023 voy a gobernar para los 215 millones de brasileños, no solo para los que me votaron”.
En medio de una situación económica difícil para Brasil, el presidente electo se comprometió a luchar para combatir el hambre y la pobreza en todo el país, puesto que sostuvo: “No podemos aceptar como algo normal que millones de hombres, mujeres y niños no tengan qué comer. Si somos el tercer mayor productor mundial de alimentos y el primero de proteína animal [...] Si somos capaces de exportar al mundo entero, tenemos que ser capaces de garantizar que todos los brasileros tengan acceso a las tres comidas al día”.
Lula se consagró como nuevo presidente con una ventaja de 1.8% sobre Bolsonaro.
Con respecto a la situación habitacional, el presidente electo aseguró que volverá a poner en marcha los planes que sacaron a las personas de la pobreza durante su gestión anterior. “Brasil no puede seguir conviviendo con ese inmenso foso que separa Brasil en partes iguales que no se reconocen. Brasil necesita reconocerse, necesita reencontrarse consigo mismo”, aseguró Lula.
Para hacer frente al cambio climático y fomentar el empleo local, el líder del PT expresó: "Invertiremos en la economía verde y digital, apoyaremos la creatividad de nuestros empresarios y emprendedores. También queremos exportar conocimientos".
Sin embargo, intentó generar confianza en el mercado internacional y dijo: “Hoy le decimos al mundo que Brasil ha vuelto. Que Brasil es demasiado grande para ser relegado al triste papel de paria del mundo. Recuperaremos la credibilidad, la previsibilidad y la estabilidad del país, para que los inversores vuelvan a confiar en Brasil”.
Lula estuvo acompañado por su esposa "Janja" da Silva y su equipo.
Una forma de enfrentar el gobierno
Lula da Silva indicó que trabajará por unificar el país tras años de difusión de “discursos de odio”. Así, destacó que es “necesario recuperar el diálogo con el Poder Legislativo y Judicial, sin querer intervenir o controlar, sino que reconstruir una convivencia armoniosa entre los tres poderes”.
“La normalidad democrática está consagrada en la Constitución, es esa normalidad la que establece los derechos y obligaciones de cada poder, de cada institución, de las Fuerzas Armadas y de cada uno de nosotros”, recordó.
El PT volvió al gobierno en Brasil.
En ese sentido, Lula dejó aclaró: “La Constitución rige nuestra existencia colectiva y nadie, absolutamente, nadie está por encima de ella. Nadie tiene el derecho de ignorarla o de confrontarla”.
Además, reconoció la importancia de recuperar el diálogo entre el Gobierno y el pueblo, por lo que aseguró que las personas van a poder presentar ante el Ejecutivo sus propuestas en diferentes áreas.
Con respecto a su trabajo por “unificar a Brasil”, Lula garantizó que trabajará con los gobernadores sin importar el partido al que pertenezcan. “Nuestro compromiso será siempre mejorar la vida de la población y de cada estado”, sostuvo.
Lula también retomará los vínculos con el empresariado, los diferentes sectores políticos y sociales. “Las grandes decisiones políticas que impacten en la vida de 215 millones de brasileños no serán tomadas en secreto, al amparo de la noche, sino en conjunto con la sociedad. Creo que los principales problemas de Brasil, del mundo y del ser humano, se pueden resolver con un diálogo y no con la fuerza bruta”, sentenció.
