De Beers ha permitido que sus compradores de diamantes pospongan todas las compras de gemas hasta una fecha posterior ya que la crisis del coronavirus ha paralizado la ya asediada industria casi por completo.
La pandemia está golpeando la cadena de suministro del sector. El cierre de la industria de corte en la India, por donde pasan casi todas las piedras del mundo, ha suspendido a todos los efectos la fabricación de diamantes. Asimismo, los minoristas han cerrado las tiendas por todo Estados Unidos, donde se compran aproximadamente la mitad de todos los diamantes.
En la venta de De Beers, que está prevista que comience en Bostuana la próxima semana, el principal productor permitirá a los clientes aplazar la compra de todas las piedras para las que tienen contratos, de acuerdo con personas familiarizadas con el asunto que pidieron que no se revelara su identidad ya que los detalles son privados. Se espera que los clientes compren las gemas en una fecha posterior, dijeron las personas.
Las principales compañías de diamantes toman medidas sin precedentes para otorgar a los compradores con dificultades un poco de alivio conforme el virus agrava una desaceleración en la industria. De Beers obtuvo el menor beneficio en más de diez años el año pasado después de que un exceso de piedras en bruto y pulidas eliminase los márgenes para los intermediarios cruciales del sector, que cortan, pulen y comercializan las gemas.
De Beers vende sus gemas en 10 ventas anuales en Gaborone, la capital de Botsuana, y los compradores tienen que aceptar el precio y las cantidades que se les ofrecen.
La compañía dijo la semana pasada que iba a seguir adelante con la venta, incluso después de que Botsuana anunciase una prohibición de viajes a 18 países de alto riesgo como parte de las medidas para protegerse de la pandemia. La lista incluye Bélgica, India y China, donde se encuentran muchos de los principales distribuidores de diamantes del mundo.
El negocio de Anglo American Plc dijo que estaba estudiando planes de contingencia en caso de que la venta no pudiera continuar como de costumbre y que los clientes habían expresado su deseo de que se llevara a cabo.