Colombia ostenta un estatus envidiable en los mercados crediticios respecto a otras naciones emergentes, según su nuevo director de Crédito Público, incluso en momentos en que el gobierno se esfuerza por aumentar los ingresos fiscales a fin de hacer frente a una rebaja calificatoria.
Pese a sus desafíos fiscales, Colombia disfruta de "un posicionamiento privilegiado con tasas de interés más bajas, un amplio acceso a los mercados y una comparación excepcional respecto a sus pares regionales y otros mercados emergentes", señaló en una entrevista telefónica el exanalista de Deutsche Bank César Arias, quien asumió el cargo la semana pasada.
El gobierno del presidente Iván Duque busca que el Congreso apruebe una reforma fiscal antes de fin de año para cubrir un déficit de 14 billones de pesos (US$4.400 millones) en el presupuesto 2019. El país recibió su primera rebaja de calificación crediticia en 15 años en 2017, cuando S&P Global Ratings lo dejó un escalón por encima de "basura".
Fitch Ratings, donde Arias trabajó, califica a Colombia con el segundo menor nivel en cuanto a grado de inversión, al igual que Moody’s Investors Service.
"Una de las cosas que va a ser importante para mí es poder transmitirle a los mercados seguridad y confianza del proceso de Ley de Financiamiento que estamos viviendo", comentó Arias.
Colombia necesita reducir el déficit a 2,4% del PIB el próximo año frente al 3,1% previsto para el presente curso con el fin de mantenerse dentro de los límites de su "regla fiscal", que requiere una disminución gradual de déficits.
Swaps de deuda
El mayor rendimiento de Estados Unidos y el incremento del proteccionismo comercial han incidido en la demanda de activos más riesgosos, lo que ha motivado una pérdida promedio de los bonos latinoamericanos de 1,98% en los últimos seis meses, según el EMBI Global Diversified Sovereign Index de JPMorgan Chase. Los bonos colombianos perdieron un 0,58% durante el mismo período ayudados por el avance del petróleo, la mayor exportación del país.
En octubre, antes del arribo de Arias, el Ministerio de Hacienda llevó a cabo dos operaciones de swaps de deuda, una en el mercado interno y otra en el extranjero, con lo cual prorrogó vencimientos y estableció un inicio tempranero al vender US$2.000 millones de los US$3.500 millones en deuda extranjera con emisión prevista para el próximo año.
Por ahora Arias, quien también se desempeñó en el Fondo Monetario Internacional y la Organización de Estados Americanos, afirma que no habrá sorpresas durante el resto del año y su entidad se centrará en el cierre financiero del país.
"Por ahora estamos tranquilos", sostiene. Los swaps "no solo nos llevan hasta diciembre sino nos ayudan de manera proactiva en todo el primer trimestre del próximo año".
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