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Duopolio Airbus-Boeing está demasiado desequilibrado: C. Bryant

Cada vez que, al parecer, Airbus SE puede tomar la delantera ante Boeing Co., algo surge que lo estropea todo. Hace una década, Airbus entregaba sostenidamente más aviones que su archirrival, pero su competitividad se vio afectada por la fortaleza del euro y la pesadilla de construir el desafortunado superjumbo A380.

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Cada vez que, al parecer, Airbus SE puede tomar la delantera ante Boeing Co., algo surge que lo estropea todo. Hace una década, Airbus entregaba sostenidamente más aviones que su archirrival, pero su competitividad se vio afectada por la fortaleza del euro y la pesadilla de construir el desafortunado superjumbo A380.

Hasta los dos recientes accidentes fatales que involucraron al Boeing 737 Max, parecía una historia similar. Si bien ambas compañías tenían auspiciosas carteras de pedidos, el flujo de caja de Boeing se estaba yendo por las nubes y Airbus se vio asediado por dificultades de producción en nuevos aviones comerciales y problemas técnicos relacionados con el avión militar A400m. Una larga disputa entre la Organización Mundial del Comercio y Boeing se inclinó a favor de los estadounidenses. Lo peor de todo es que Airbus fue objeto de investigación por parte de las autoridades del Reino Unido, Francia y Estados Unidos por acusaciones que señalan que habría pagado sobornos para adjudicarse pedidos de aviones y habría violado las leyes de exportación de armas.

La noticia del martes de que Airbus llegó a un acuerdo tentativo sobre la solución de esos casos pone fin a una gran distracción administrativa y una nube sobre el caso de inversión de la compañía. Los supuestos pagos a intermediarios son una mancha en la historia de Airbus. Lo bueno es que, después de realizar una limpieza administrativa, el fabricante está bien posicionado para dejar atrás este oscuro período.

Aún no hay claridad sobre las multas que Airbus terminará pagando; los inversionistas hace tiempo dan por hecho que serán de miles de millones. Pero con casi 18.000 millones de euros (US$19.800 millones) de efectivo bruto a fines de octubre, y una gran entrada de efectivo que se espera para el cuarto trimestre, Airbus no tendrá problemas para pagar la multa.

El A400m sigue siendo una carga para el flujo de caja y Airbus sigue teniendo dificultades de producción, esta vez con el avión de pasajeros A321. Aun así, dado que los 737 Max aún permanecen sin volar y que Boeing se enfrenta a fuertes críticas de reguladores y clientes, el duopolio está empezando a verse muy desequilibrado.

Airbus superó a Boeing el año pasado en términos de pedidos y entregas, y 2020 no está resultando mejor para los estadounidenses. Informaciones de que el nuevo titular de Boeing, Dave Calhoun, quiere reevaluar los planes de su compañía para su New Mid-market Airplane (NMA) deberían permitir que el avión de largo radio A321XLR de Airbus concrete más pedidos.

Sin duda, un rival herido es algo peligroso. Boeing aún podría decidir que la mejor manera de dejar atrás el estigma del 737 Max es construir un avión de pasillo único completamente nuevo, lo que obligaría a Airbus a hacer lo mismo. Sin embargo, el aumento de casi 50% en el precio de las acciones de Airbus desde el comienzo de 2019 refleja las esperanzas de que finalmente pueda sacar a relucir su ventaja y entregar retornos de efectivo a los accionistas. Los valores subieron otro 3% el martes, lo que valora a la compañía en 107.000 millones de euros (US$118.000 millones).

Hace una década, Airbus valía solo 11.000 millones de euros. Si bien hace mucho tiempo que igualó a Boeing en innovación técnica, en términos de rentabilidad y efectivo, el fabricante de aviones europeo parecía una tortuga frente a la liebre de Boeing. Después de los desastres del 737 Max, podemos darnos cuenta de la irregularidad de los recursos a los que recurrió Boeing para lograr ese éxito, desde presionar a los proveedores hasta intimidar a los reguladores. Airbus puede permitirse recompensar a sus accionistas sin ser tan agresivo.

Pagar sobornos para concretar negocios es deplorable; vender un avión fundamentalmente inseguro es peor. Ambas compañías tienen lecciones que aprender, pero las heridas de Airbus están más cerca de sanarse.