La economía de China probablemente tocó fondo en el último trimestre de 2018 gracias a unas políticas favorables al crecimiento más enérgicas de lo previsto, según Liang Hong, economista jefa de China International Capital Corp. en Pekín.
Los responsables de política respondieron antes, y con más fuerza de lo esperado, a datos decepcionantes y mercados volátiles a finales del año pasado, lo que contribuyó a un fuerte crecimiento del crédito en enero, escribió Liang en un informe publicado el domingo.
Ésa es la primera señal positiva de que el Gobierno pudo haber frenado efectivamente la caída.
Si el repunte es sostenido, llevará a un impulso del crecimiento vigoroso, y el impacto reflacionario se sentirá más allá de China, escribió.
Recientemente se han producido varios cambios positivos en el entorno externo e interno de China, con la ampliación por parte de Estados Unidos de la tregua arancelaria acordada en diciembre y el aumento del apetito por el riesgo de los inversores gracias al regreso del endeudamiento.
Sin embargo, los responsables de política han señalado que van a mantener su enfoque dirigido al estímulo y no "inundarán" la economía con excesiva liquidez. En su lugar, tratarán de ofrecer fondos suficientes a empresas pequeñas y privadas.
El margen para un impulso crediticio es más limitado esta vez que en los ciclos de flexibilización anteriores, debido a la cantidad de deuda en la economía. Sin embargo, es importante y necesario continuar con la relajación efectiva para evitar los riesgos deflacionarios y el aumento de la deuda bancaria mala asociada con un crecimiento más lento, escribió Liang.
