Ahora que el presidente Donald Trump y sus asesores económicos quieren comenzar a reabrir la economía de Estados Unidos en mayo, surge una pregunta central para las empresas con cadenas de suministro que se extienden por Norteamérica: ¿Qué pasa si México y Canadá no tienen los mismos plazos en mente?
Los fabricantes de sectores que van desde productos químicos hasta electrónicos tienen proveedores en todas las fronteras nacionales del continente. La industria automotriz, que detuvo las operaciones hace semanas para proteger a los trabajadores de la pandemia de COVID-19, también está evaluando cómo reactivarse en Norteamérica.
Gran parte de la incertidumbre respecto de los plazos gira en torno a México, que hasta ahora ha adoptado un enfoque aún más estricto que EE.UU. y Canadá en la forma en que ha designado cuáles son las empresas esenciales que aún pueden operar durante la crisis de salud.
La falta de coordinación entre los tres signatarios del acuerdo revisado del TLCAN que se aprobó a principios de este año -ahora llamado Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)- ha causado caos en muchas industrias. Y eso solo aumentará cuando se reanude la actividad económica en una de las naciones.
El jueves, Trump siguió adelante con sus planes para reabrir la economía de EE.UU., anunciando pautas que podrían permitir que algunos estados y empleadores reanuden sus negocios y trabajos dentro de un mes.
“Un aislamiento nacional no es una solución sostenible a largo plazo”, dijo el presidente en una sesión informativa. “Para mantener en funcionamiento las cadenas de suministro vitales, estas cadenas deben cuidarse con mucha delicadeza. Debemos tener una economía en funcionamiento y queremos recuperarla muy rápidamente”.
Industria automotriz
Algunos de los grandes fabricantes de automóviles han anunciado planes para reabrir a partir de principios de mayo. Pero para que la industria automotriz, en particular, vuelva a producir vehículos, no es suficiente solo reabrir partes o incluso toda la economía de EE.UU.
“Cuando volvamos a abrir, el hecho de que todo se vuelva a abrir en una secuencia coordinada es muy importante”, dijo Kristin Dziczek, vicepresidente de industria, trabajo y economía del Centro de Investigación Automotriz en Ann Arbor, Michigan.
Las cadenas de suministro de automóviles en Norteamérica están tan entrelazadas que, para lograr una reapertura sin problemas, es necesario que los estados de EE.UU., provincias de Canadá y estados de México que fabrican de automóviles estén en sincronía, dijo Flavio Volpe, presidente de la Asociación de Fabricantes de Piezas Automotrices de Canadá.
Washington y Ciudad de México
“La industria está tan integrada en los tres países que depende mucho de la coordinación en todo momento”, dijo. “Si algún estado fabricante de automóviles no tiene el mismo compromiso con protocolos seguros de regreso al trabajo, esto no funcionará”.
Si bien las comunidades empresariales en EE.UU. y México están alineadas con el objetivo de garantizar una reapertura sin problemas, la coordinación entre Washington y la Ciudad de México hasta ahora no ha sido tan cercana.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la semana pasada se comprometió a reabrir las plantas de autopartes y vehículos del país entre tres y cinco días antes de la fecha programada en EE.UU. para garantizar que las cadenas de suministro puedan volver a funcionar. Sin embargo, algunos ejecutivos de negocios en México y EE.UU. son escépticos de que la promesa se concrete, ya que señalan que no se ha dejado nada por escrito para que el plan sea oficial.