Los economistas esperan que Canadá y Estados Unidos compitan por el primer puesto entre los países del Grupo de los Siete en cuanto a crecimiento en 2020. No obstante, los datos de población más recientes revelan que las fuerzas que impulsan sus expansiones son muy diferentes.
La Oficina del Censo informó el 30 de diciembre que la migración internacional neta en Estados Unidos se desplomó por tercer año consecutivo en 2019 a un mínimo de diez años de 595.000. Junto con la disminución de las tasas de natalidad, eso contribuyó a frenar el crecimiento anual de la población al ritmo más débil en un siglo, según un análisis realizado por el demógrafo de Brookings Institution, William Frey.
El año pasado, Canadá sumó 437.000 inmigrantes netos pese a que su tamaño es solo una décima parte del de Estados Unidos. Las entradas contribuyeron a impulsar su mayor aumento de la población en 30 años, pese a la disminución de la fertilidad.
Los datos muestran que los dos países dependen de impulsores distintos para contrarrestar la tendencia global del envejecimiento demográfico. Si bien Canadá ha recurrido a la inmigración robusta para aumentar la producción, Estados Unidos ha hecho un mejor trabajo al aprovechar su fuerza laboral nacional y generar ganancias de productividad.
Está por ver qué modelo de desarrollo prevalece en 2020. Los economistas encuestados por Bloomberg News apuestan a una ventaja de Estados Unidos, con una proyección de crecimiento del 1,8%, frente al 1,6% de Canadá. Ambos pronósticos son mucho más altos que los de los otros cinco países del G-7, para los que se anticipa un crecimiento medio del 0,7%.
Sin embargo, el impulso de la inmigración llevó a un banco a predecir que Canadá superará a Estados Unidos.
Favorecido por los robustos aumentos de población del 1,5% anual, el crecimiento principal de Canadá podría "fácilmente" superar a Estados Unidos este año, "especialmente debido a cierta certeza, por fin, del T-MEC", dijo el economista jefe de Bank of Montreal, Doug Porter, en un comentario, refiriéndose al nuevo acuerdo comercial de América del Norte.
Un punto brillante
El auge demográfico de Canadá impulsado por la inmigración ha sido uno de los pocos puntos brillantes para la economía, al cual se le atribuye un apoyo a la fuerza laboral y al mercado inmobiliario. Sin el aumento de la población, el país tendría un crecimiento mucho más lento, dado que las ganancias de productividad son débiles desde hace años. La productividad laboral de Canadá aumentó un 0,6% respecto al año anterior, frente al 1,5% en Estados Unidos.
Desde 2015, el número de recién llegados a Canadá anualmente ha registrado un incremento de más del 100%, lo contrario de lo que está sucediendo en Estados Unidos, donde la migración internacional neta se ha reducido a casi la mitad. El año pasado, Estados Unidos aumentó su población en un 0,5%, solo un tercio del ritmo de Canadá.
Las razones detrás de la trayectoria descendente en Estados Unidos incluyen menos extranjeros que se mudan al país, más extranjeros que se van y cambios en la migración puertorriqueña, según la Oficina del Censo de Estados Unidos.
Las políticas de inmigración más restrictivas de la Administración Trump también han frenado el interés de los estudiantes y trabajadores internacionales, beneficiando a su vecino del norte.
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