El oro se encaminaba hacia el mayor avance trimestral desde 2016 en medio de un aumento de la demanda de activos refugio debido a la pandemia de coronavirus, que no muestra señales de alivio.
El metal amarillo ha aumentado debido a un resurgimiento de las infecciones por el virus, con la emergencia de nuevos focos y la advertencia de la Organización Mundial de la Salud de que lo peor de la pandemia aún está por llegar debido a la falta de solidaridad mundial. Más zonas de EE.UU. daban marcha atrás a las reaperturas, mientras que Victoria, en Australia, está imponiendo una cuarentena de cuatro semanas en algunas partes de la metrópoli de Melbourne en un intento por contener el pico en los casos.
También hay una mayor tensión geopolítica después de que el máximo órgano legislativo de China aprobase una ley histórica de seguridad nacional para Hong Kong, un intento contundente de sofocar el disenso, que podría provocar represalias de Estados Unidos y restar atractivo a la ciudad como centro financiero. Por su parte, la Administración Trump dijo previamente que suspendía las regulaciones que permiten un tratamiento especial a Hong Kong como las excepciones de licencias de exportación.
Gigante del oro dice que metal podría superar los US$2.000
El metal precioso se ha recuperado un 17% este año ante la ola de estímulo de los Gobiernos y los bancos centrales que trataban de minimizar el daño a la economía mundial por el coronavirus. Los inversores también continúan refugiándose en fondos negociados en bolsa respaldados por oro, con valores en cartera en un récord.
“Las bajas tasas de interés, las políticas monetarias y el coronavirus son factores en juego”, dijo Howie Lee, economista de Oversea-Chinese Banking Corp. en Singapur. “El nivel de US$1.800 es un obstáculo psicológico. A los precios actuales, vemos que el oro supera los límites de lo que nuestro modelo implica como valor razonable, por lo que es posible que necesitemos un colapso mayor en las tasas del Tesoro para empujar al oro más allá del nivel de US$1.800”.
Los precios se habían apreciado un 12% en los tres meses que terminaron el 30 de junio, y se espera que coronen siete trimestres consecutivos de ganancias, el período más largo desde 2011.
La marca de US$1.800 “no está muy lejos, por lo que puede suceder rápidamente”, dijo el analista de Commerzbank AG, Carsten Fritsch. “Pero más allá, será más difícil”.
