Grecia planea un regreso a los mercados en un intento de recuperar su estatus de país “normal”. Si el Gobierno puede anunciar para fin de año su programa para recurrir a los mercados en 2019 y repetir ese ejercicio anual en los siguientes 12 meses, el plan habrá funcionado, dijo un funcionario al tanto del tema.
Luego de perder más de un cuarto de su actividad económica en los últimos 10 años, el país más endeudado de Europa trata ahora de ponerse de pie una vez más. El objetivo es que Grecia no emita más deuda de la que vence cada año, dijo el funcionario, que pidió conservar el anonimato porque las deliberaciones continúan.
En 2019 los vencimientos de deuda son de entre 10.000 millones de euros y 11.000 millones de euros (US$11.700 millones a US$12.900 millones), mientras que en los dos años siguientes la cantidad baja a 5.000 millones de euros, según datos de la Agencia de Administración de la Deuda Pública. Eso también significa que Grecia no tendrá que emitir más de dos o tres bonos por año, y que, si hace falta más, el país podrá reabrir una emisión anterior, dijo el funcionario.
“Rendimientos más altos en euros pueden atraer inversores al mercado a pesar de la limitada liquidez”, dijo Dalipis.
“Aún queda trabajo por hacer para recuperar la confianza de los inversores y el pleno acceso a los mercados”, dijo Dimitris Dalipis, jefe de renta fija de Alpha Trust Mutual Fund Management SA en Atenas. “Pero se ha avanzado y el mercado lo valora, como lo demuestran los movimientos de los precios luego del acuerdo de la eurozona del 21 de junio”.
Los rendimientos de los bonos griegos son atractivos para ambas partes y el bono a siete años se negocia por debajo del nivel de emisión de febrero, pero los rendimientos siguen siendo elevados en comparación con otras notas de la zona del euro. Septiembre podría proporcionar una buena oportunidad para que Grecia emita su próximo bono, dijo un segundo funcionario, que pidió que no se revelara su identidad porque aún no se han tomado decisiones definitivas.
El rendimiento del bono gubernamental griego a 10 años era de 3,85 % este lunes a las 12:07 en Atenas, mientras que el rendimiento de la nota a siete años era de 3,40 %.
Luego de emitir un bono a siete años en 2018 y una nota a cinco años en 2017, es momento de analizar la posibilidad de emitir una nota a 10 o a tres años, dijeron ambos funcionarios. Grecia no necesita reunir cantidades importantes de dinero porque no necesita efectivo.
“Rendimientos más altos en euros pueden atraer inversores al mercado a pesar de la limitada liquidez”, dijo Dalipis. “Pero eso no necesariamente significará que se haya restablecido la plena normalidad y el acceso al mercado”.
Las autoridades griegas deben atenerse a sus compromisos e instrumentar lo que se ha acordado con los acreedores, de modo tal de no perder la credibilidad que ha creado la conclusión del programa de rescate.
El plan para un retorno sustentable a los mercados enfrenta dos grandes desafíos.
El primero es que las autoridades griegas deben atenerse a sus compromisos e instrumentar lo que se ha acordado con los acreedores, de modo tal de no perder la credibilidad que ha creado la conclusión del programa de rescate.
El segundo riesgo es político. A principios de 2019, el Gobierno podría perder la mayoría parlamentaria si se pide a los legisladores que aprueben el acuerdo de nombre con la exrepública yugoslava de Macedonia.
“Una combinación de riesgos internos y externos podría afectar el acceso de Grecia al mercado en los próximos meses”, dijo Mujtaba Rahman, director gerente de Eurasia Group en Londres. “La política en relación con el acuerdo de Macedonia mantendrá sobre la mesa la posibilidad de una caída del Gobierno o de una elección anticipada”, mientras que “desde Europa, la amenaza de un punto muerto entre la Unión Europea e Italia sobre el presupuesto de Roma podría presentar riesgos de contagio para Grecia”.