El café se está volviendo tan caro que incluso en el mayor productor mundial del grano, los bebedores no pueden permitírselo.
Las ventas en Brasil cayeron un 14% en noviembre con respecto al mes anterior debido al aumento de los precios, según el grupo industrial Abic. El precio del café al por menor subió un 40% el mes pasado, lo que provocó una reacción inmediata de los consumidores, dijo Celírio Inácio, director ejecutivo del grupo.
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La caída del consumo de café es solo otra señal de las presiones que enfrentan los consumidores en Brasil, a medida que el aumento de los precios suprime la demanda de todo tipo de productos básicos y obligan a los compradores a modificar sus listas de compras. Los precios del café casi se duplicaron durante el año pasado en Nueva York debido a que las inclemencias del tiempo dañaron las cosechas en Brasil y un mercado de transporte ajustado retrasó las entregas en todo el mundo.
Los precios al consumidor de Brasil registraron el mes pasado la mayor alza en 18 años. El café puede seguir contribuyendo a la inflación nacional dado que se espera que los precios suban hasta un 30% en marzo, según Abic.
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En Brasil, los precios del café arábica, los granos de mayor calidad, aumentaron casi un 140% este año, mientras que los del café robusta, de menor calidad, casi se duplicaron. Mientras la industria se tambalea por los mayores costos de producción, algunos tostadores en Sudamérica y otros lugares se están cambiando al robusta.
No obstante, hay un límite en la magnitud del cambio, dijo Inácio. La mezcla nacional del café es típicamente 30% robusta y 70% arábica. Si bien la porción de robusta ha aumentado, el perfil de sabor cambiará notablemente si el contenido de robusta es demasiado alto, señaló.
Los brasileños beben más café que nadie en el mundo fuera de Estados Unidos y los tostadores nacionales nunca habían visto disminuir el consumo, según Abic.
“Esperamos que los brasileños se adapten a esta nueva realidad de precios, reduciendo el desperdicio”, dijo Inácio.