Desde Galicia en el norte hasta Andalucía en el sur, las antiguas plantas de carbón de España se están quedando sin vapor.
El año pasado, la nación ibérica redujo el uso del combustible fósil más sucio más rápidamente que cualquier otro país en Europa occidental a medida que la energía renovable y el gas natural más limpio ganan terreno. La roca combustible, que ha mantenido activa a la región durante las guerras mundiales y los tiempos de bonanza económica, es cada vez menos popular ante los ojos de legisladores y ejecutivos bajo presión para hacer más por detener el calentamiento global.
El martes, Ignacio Galán, director ejecutivo de Iberdrola SA, dijo en el Foro Económico Mundial en Davos que hay prisa y que todos nos tenemos que mover rápido. La compañía española planea cerrar permanentemente sus dos centrales eléctricas de carbón restantes este año, reemplazándolas con nueva capacidad eólica y solar.
La participación del carbón en la electricidad del país cayó a un mínimo de cuatro décadas de menos de 5%, desde 14% el año anterior, según el operador de red del país, Red Eléctrica SA. La fuerte caída es otra señal de cómo el aumento sin precedentes en la producción de energía renovable, junto con los precios más bajos del gas estacional en una década, han alterado la economía energética tradicional. España anticipaba salir del combustible para fines de la década, mientras que el Reino Unido cerrará todas sus plantas para 2025. La semana pasada, Alemania llegó a un acuerdo con sus mayores productores de energía.
“La caída en la generación de carbón significa que España podría eliminar el combustible mucho más rápido de lo que el Gobierno jamás imaginó”, dijo Dave Jones, analista del grupo sin ánimo de lucro Sandbag en Londres.
La nación quemó hasta 70% menos carbón en 2019 que el año anterior, mientras que el nivel en Alemania cayó 28%, según datos de S&P Global Platts.
El Gobierno español comenzó cerrando todas las operaciones de extracción de carbón el año pasado después de llegar a un acuerdo con los sindicatos para invertir 250 millones de euros (US$277,7 millones) en las regiones afectadas para permitir una transición más fluida hacia una economía verde. Esto permitió que se aboliera un impuesto sobre la quema de gas natural en las centrales eléctricas. Había sido introducido para apuntalar la industria minera que estaba en crisis.
La producción está a punto de caer aún más este año, ya que tanto Iberdrola como Naturgy Energy Group SA planean retirar sus plantas este año. Energias de Portugal SA y Viesgo Holdco SA cerrarán sus unidades a mediados de la década. Eso dejaría a Endesa SA, el mayor productor de energía basada en carbón, como el único operador restante después de 2025. La compañía dijo que a partir de 2022, su última planta operativa funcionará durante menos de 10% de sus horas máximas teóricas en un año determinado.
Si las empresas de servicios públicos se apegan a declaraciones anteriores, España podría haber eliminado completamente el carbón tan pronto como 2027, como lo muestra el cuadro a continuación.
El liderazgo de la nación en salir del carbón se apoya en algunos de los mejores recursos renovables en Europa, lo que, junto con los subsidios, ha estimulado más capacidad de energía de la necesaria para mantener las luces encendidas.
“España es el mercado de electricidad con más oferta en Europa”, dijo Jones. “Por lo tanto, tiene la capacidad de cerrar las centrales eléctricas de carbón y no esperar a que la nueva capacidad entre en funcionamiento”.
Un análisis preliminar del grupo mostró que la participación del combustible en la combinación de electricidad de Europa cayó 23% en 2019 respecto al año anterior y se prevé que disminuya aún más en 2020.
El nuevo Gobierno de coalición de España planea aprobar una ley climática, propuesta hace más de un año, que establece que toda la electricidad debe provenir de fuentes renovables para 2050. También incluye un plan para llegar a 74% para 2030. España generó 38% de su electricidad a partir de fuentes verdes el año pasado.
Para Jahn Olsen, analista de BloombergNEF con sede en Londres, es poco probable que el carbón se recupere después del salto en los costos de emisiones de carbono en Europa en los últimos años.
“La razón para seguir operando centrales eléctricas de carbón en España simplemente no existe”, dijo. “Estas plantas están perdiendo dinero en este momento y continuarán perdiendo dinero en los próximos años”.