De acuerdo con un estudio realizado por el banco central de Alemania sobre las expectativas de inflación por parte de los ciudadanos, los ingresos, el género y la región de origen pueden resultar en previsiones diferentes.
El lunes, el Bundesbank publicó los resultados de tres cuestionarios sobre supuestos de crecimiento de precios llevados a cabo de abril a junio de este año. El banco concluyó que las personas con ingresos más bajos tendían a anticipar mayores alzas en los precios, como lo hicieron, por ejemplo, las mujeres y los residentes de la antigua Alemania Oriental.
“Los consumidores de Alemania tienen expectativas relativamente realistas”, dijo el Bundesbank, y agregó que una mayoría significativa veía la inflación en los próximos 12 meses entre 0% y 3%. “Sin embargo, existen grandes diferencias entre los hogares” y “estas diferencias pueden tener consecuencias significativas para la mecánica y la eficacia de las medidas de política monetaria”.
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, apoyó la semana pasada la consideración de una serie de medidas al evaluar las expectativas de precios al consumidor. Muchos economistas han argumentado durante largo tiempo que las mediciones de inflación convencionales conllevan riesgos al no contabilizar gastos como la vivienda, y que los supuestos de los inversores no reflejan necesariamente los de los consumidores.
Los hogares con ingresos más bajos tendían a estar menos seguros acerca de las predicciones de precios, mostró el estudio del Bundesbank, y también expresaron expectativas más divergentes. Exhibieron una mayor probabilidad de cambiar de opinión en un corto período de tiempo.
Las personas con niveles de educación superiores, propietarios de viviendas y empleados a tiempo completo tendían a anticipar tasas de inflación más bajas. Debido a las diferencias en los hábitos de consumo, los hogares de bajos ingresos podrían estar expuestos a una mayor inflación, explicó el Bundesbank.
La experiencia pasada también podría afectar la percepción. Los residentes de la antigua Alemania del Este, donde las personas experimentaron un aumento repentino de los precios después de la reunificación en 1990, tienen más probabilidades de anticipar una inflación más alta que las de Occidente.
El estudio también recabó puntos de vista sobre los precios inmobiliarios, para los que se anticipaba un aumento aproximado del mismo ritmo que el año pasado. Los inquilinos generalmente predijeron ganancias más fuertes que los propietarios de viviendas.
El Bundesbank seguirá recopilando los datos para una encuesta mensual y publicará más resultados en 2021.
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