Los exportadores de café en Honduras se enfrentan a posibles retrasos relacionados con el brote de coronavirus, mientras los municipios chocan con las órdenes del gobierno central.
El gobierno hondureño extendió un confinamiento hasta el 12 de abril, y aunque los exportadores de café están exentos, los municipios están imponiendo restricciones que pueden frenar el comercio del grano, dijo Miguel Pon, director ejecutivo del grupo exportador más grande del país, Adecafeh, en una entrevista telefónica desde Tegucigalpa.
“En las próximas semanas, veremos qué efecto tendrán las decisiones del gobierno con respecto a la emergencia COVID-19”, dijo Pon. Algunas autoridades locales en las regiones cafeteras están “tomando decisiones unilateralmente que obstaculizan la transferencia de café a las fábricas de procesamiento para la exportación en las regiones de San Pedro Sula y Villanueva”, dijo.
La advertencia viene después de una cosecha más pequeña esta temporada, en parte porque los bajos precios en los últimos años están desalentando las inversiones agrícolas. Eso está ayudando a reducir las existencias de arábica en los almacenes monitoreados por ICE en medio de los fuertes precios del mercado al contado.
Los futuros de Arábica han subido aproximadamente 16% desde un mínimo de mediados de marzo, incluso mientras los mercados mundiales de acciones y materias primas se ven afectados por la pandemia. Los precios se han recuperado de un mínimo de 13 años alcanzado el año pasado.
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