La autoridad de seguridad para la aviación civil de Francia enviará a tres investigadores para que colaboren en una investigación dirigida por etíopes sobre el accidente de un avión 737 Max de Boeing Co. a principios de este mes, informó la agencia.
Todos los análisis serán llevados a cabo por etíopes en su oficina de investigación, dijo el miércoles por la noche un portavoz del Bureau d’Enquêtes et d’Analyses de Francia. Bloomberg News ya había informado antes que la agencia francesa no analizaría los datos del grabador del vuelo.
Examinar los datos es el siguiente paso después de la decodificación ya realizada en la BEA, a las afueras de París. Aunque Etiopía está liderando la investigación, otras agencias, entre ellas la BEA, la Autoridad Federal de Aviación de EE.UU., la Junta Nacional de Seguridad de Transporte de EE.UU. y Boeing, fueron invitadas a participar, dijeron fuentes oficiales.
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Las grabaciones de voz y datos se enviaron inicialmente a Francia después de que Etiopía se negara a entregarlas a EE.UU. En el país de origen de Boeing, los funcionarios mantuvieron el modelo en vuelo después de que la mayoría de los demás reguladores lo hubieran puesto en tierra, lo que aumentó el escrutinio sobre la FAA y generó preguntas sobre el proceso de certificación del 737 Max, que debutó hace menos de dos años.
El vuelo 302 de Ethiopian Airlines se estrelló poco después de despegar de Adís Abeba el 10 de marzo, matando a 157 personas. El desastre ocurrió menos de cinco meses después de que otro 737 Max operado por Lion Air de Indonesia se hundiera en el Mar de Java con 189 personas a bordo. La información recuperada de las grabadoras de datos de vuelo y de la cabina de vuelo en los laboratorios de la BEA llevó al ministro de Transporte de Etiopía a anunciar "claras similitudes" entre los dos vuelos.
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El material básico fue enviado de vuelta a los investigadores etíopes esta semana. Un portavoz de la autoridad de aviación civil de Etiopía se negó a comentar cómo se manejará la investigación.
Ethiopian Airlines había dicho que la decisión inicial de enviar las cajas negras a Europa era estratégica, después de que la FAA se quedara aislada en los días posteriores al accidente, argumentando que el Max debía seguir volando. El regulador estadounidense finalmente puso la aeronave en tierra hace una semana, en medio de una creciente preocupación por las similitudes entre la tragedia africana y la de Indonesia, en la que un sistema informático tomó el control del vuelo.