Etiopía envió a Francia las cajas negras del Boeing Co. 737 que se estrelló, con el ánimo de decodificarlas. Se negó inicialmente a entregarlas a las autoridades estadounidenses que mantuvieron las operaciones del modelo Max después de que la mayoría de los demás reguladores habían decidido inmovilizar estas naves.
Las grabadoras de datos de vuelo y de cabina llegaron a París, donde serán procesadas por la Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil (BEA, por sus siglas en francés), la autoridad investigadora de accidentes aéreos de Francia, según un portavoz de la agencia. La BEA descargará datos para las autoridades etíopes, pero no se le ha solicitado que los analice, agregó el vocero.
Ethiopian Airlines, operadora del avión que se estrelló, dice que la decisión de enviar las cajas negras a una agencia europea fue estratégica dado que la Administración Federal de Aviación de EE.UU. insistía en que los 737 Max podían seguir operando. El regulador estadounidense finalmente decidió mantener en tierra el modelo el miércoles, en medio de una creciente preocupación por las similitudes entre la tragedia africana y un accidente en Indonesia, en el que un sistema informático tomó el control de un vuelo.
La Oficina Federal Alemana para la Investigación de Accidentes Aéreos se negó a trabajar trabajar sobre este caso y manifestó que no era técnicamente posible. Francia tiene un vínculo directo al accidente, que cobró la vida de 157 personas, ya que los motores Leap de Max son fabricados por la empresa CFM International de General Electric Co. y Safran SA, con sede en París.
Sigue siendo un desaire para los reguladores de EE.UU. haber elegido a la BEA sobre la Junta Nacional de Seguridad del Transporte para la decodificación de las grabadoras.
La agencia francesa acaparó los titulares en 2011 cuando tardaron solo unas semanas en recuperar el contenido completo de las grabadoras de datos y de voz de un avión de Air France, después de que los dispositivos pasaran dos años sumergidos a más de 3.900 metros bajo el mar. El hallazgo ayudó a explicar el peor accidente en la historia del operador aéreo.
Entretanto, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha mantenido conversaciones con el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, sobre un nuevo contrato para Airbus SE, con sede en Toulouse, como parte de una renovación de la flota de Ethiopian Airlines, dijo un funcionario francés el jueves.
Aunque la aerolínea africana ya opera el A350 de fuselaje ancho del fabricante europeo de aeronaves, todos sus otros jets son Boeings, incluidos modelos 787 Dreamliner, para los cuales fue uno de los primeros clientes globales, y varios 737.
Macron discutirá igualmente sobre un importante pedido de Airbus durante la visita de estado a Francia de su contraparte chino, Xi Jinping, a fines de este mes, dijo el funcionario. China posee el 20 por ciento de todos los aviones Max entregados y fue la primera autoridad importante en mantener en tierra el modelo tras de la tragedia del domingo.
La propia nación asiática buscará beneficiarse de los problemas del 737 al atraer más ventas para el Comac C919, que según la compañía tiene más de 800 pedidos en todo el mundo.