Francia hará que el trabajo remoto desde casa sea obligatorio tres días a la semana para contener la propagación de la variante ómicron altamente transmisible.
Los trabajadores que tengan la opción de no asistir a la oficina deberán hacerlo un mínimo de tres días y, si es posible, cuatro días, para ayudar a reducir los contactos sociales, señaló el lunes el primer ministro, Jean Castex.
Las medidas, que estarán vigentes a partir del 3 de enero durante tres semanas, fueron anunciadas después de una reunión especial de gabinete convocada por el presidente, Emmanuel Macron, en medio de un abrupto aumento de los casos de coronavirus en el país.
“En Francia y en Europa, la situación sanitaria es, como saben, extremadamente tensa”, dijo Castex a los periodistas. El Gobierno no decretó toque de queda para la víspera de Año Nuevo.
Francia reportó el sábado un récord diario de más de 100.000 casos nuevos, impulsados por la rápida propagación de la variante ómicron, replicando las significativa tasas de contagio en el Reino Unido e Italia. Macron, que se espera que se postule para un segundo mandato en las elecciones presidenciales de abril, ha prometido contener el virus mientras protege a la economía de otro bloqueo total.
Más de 16.000 personas actualmente están hospitalizadas por covid en Francia, incluidas unas 3.300 en cuidados intensivos, por encima del umbral de crisis de 3.000 establecido por las autoridades de salud.