Las inundaciones en Argentina han sido desastrosas para algunos cultivadores, pero para muchos de los ganaderos de la nación, las lluvias implacables han traído un beneficio inesperado.
Los aguaceros en las partes del norte del cinturón agrícola han frenado la llegada de ganado al mercado, por lo que la oferta se ha reducido y los precios han subido. Esa es una buena noticia para los ganaderos, que han visto cómo los precios avanzan por detrás de la inflación durante meses, debido a un exceso de oferta.
El exceso fue impulsado por préstamos con tarifas altísimas, lo que obligó a los ganaderos a sacrificar rebaños. Los exportadores argentinos de carne, los quintos proveedores más grandes del mundo, fueron los principales beneficiados, ya que la caída de los precios de los animales ayudó a mejorar sus márgenes.
Las cosas finalmente están empezando a cambiar para los ganaderos. Los precios subieron 14 por ciento en enero, a 46,75 pesos (US$1,26) por kilogramo, según el Mercado de Liniers, el principal mercado de ganado en Argentina.
Las unidades de engorde, cuyos costos de alimentación se dispararon después de una devaluación de la moneda el año pasado, también se están vaciando, a medida que los agricultores están optando por el pasto para engordar las vacas antes de enviarlas al matadero. Esa opción es más barata, pero también más lenta, por lo que está empezando a aliviar el exceso de oferta, asegura Miguel Schiariti, jefe del grupo industrial Ciccra.
El cambio pronto significará carnes más caras para los argentinos, algunos de los carnívoros más grandes del mundo.
Exportaciones agrícolas de Chile alcanzarían un récord por auge de las cerezas
JPMorgan planea una fuerte contratación en Argentina para sumar volumen en la región
Gracias a Milei, los argentinos ya no aman al dólar... por ahora
