Tanto los republicanos como los demócratas se están preparando para la posibilidad de que los dos candidatos al Senado por Georgia vayan a segunda vuelta, lo que dejaría el control del Senado en el limbo hasta enero.
El candidato del Partido Republicano David Perdue estaba levemente por debajo del umbral de 50% de votos necesarios para quedarse con el escaño de inmediato, con la mayoría de las papeletas contadas. Si eso se mantiene, deberá enfrentarse al demócrata Jon Ossoff, quien hasta el jueves tenía solo 107.782 votos menos, de los 4,9 millones emitidos.
Debido a que la otra senadora republicana por Georgia, Kelly Loeffler, ya se dirige a una revancha del 5 de enero contra el demócrata Raphael Warnock, los demócratas aún tendrían una pequeña posibilidad, casi improbable, de obtener el control del Senado si ganan ambos escaños en Georgia.
Loeffler se presenta a sí misma como una acérrima conservadora, que se jacta de estar a la derecha de Atila el Huno
Eso causaría una batalla nacional épica sobre el estado a medida que grupos externos y ambos partidos invierten dinero y otros recursos en influir en la votación. También prolongaría el rencor partidista sobre las carreras al Senado, junto con posibles disputas legales en la contienda presidencial entre el presidente Donald Trump y el demócrata Joe Biden
Los totales del Senado de las elecciones del martes ahora son de 48 republicanos a 48 senadores que se alinean con los demócratas. Además de las dos contiendas en Georgia, los candidatos republicanos en Carolina del Norte y Alaska lideran a medida que se cuentan los votos finales.
Si Biden gana la presidencia y los demócratas ganan las dos segundas vueltas en Georgia, Kamala Harris, es su condición de vicepresidenta, tendría el voto decisivo en el Senado. Esto daría a los demócratas el control total del Gobierno, aunque sea con el más mínimo margen, ya que también lograron aferrarse al control de la Cámara de Representantes.
La doble segunda vuelta sin precedentes en Georgia podría atraer más de US$1.000 millones en gastos políticos y pequeños ejércitos de voluntarios de campaña, estrategas y abogados.
Si Biden gana, su vicepresidenta Kamala Harris tendrá con su voto un rol decisivo en el Senado.
“Estás hablando de dinero de una manera sin precedentes”, dijo Rick Dent, consultor político de larga data que fue asesor del difunto Zell Miller cuando era gobernador de Georgia.
Los cuatro candidatos se están preparando para la siguiente fase.
La directora de comunicaciones de Ossoff, Miryam Lipper, dijo en Twitter que, cuando se realice la segunda vuelta en enero, “los georgianos enviarán a Jon al Senado para defender su atención médica y anteponer los intereses de las familias trabajadoras y las pequeñas empresas a los de los grupos de presión corporativos”.
Apuestas altas
Andra Gillespie, profesora de ciencias políticas de la Universidad Emory en Atlanta, dijo que los republicanos han tenido la ventaja en las segundas vueltas. Pero los cambios demográficos en Georgia, que también se reflejan en la cerrada carrera presidencial, significan que algunas de las métricas anteriores pueden no aplicarse.
“Este es un día diferente”, dijo.
Aun así, las probabilidades favorecen al republicano Perdue en una carrera cara a cara contra Ossoff, quien perdió en 2017 una elección especial para un escaño en la Cámara por el área de Atlanta.
Loeffler, quien fue nombrada por el gobernador de Georgia para cubrir la vacante en el Senado que dejó el retiro del republicano Johnny Isakson, se aseguró su puesto en la segunda vuelta sobre otro republicano, el representante Doug Collins.
“Estas carreras serán campañas nacionales ahora, con increíblemente mucho en juego”
Se presenta a sí misma como una acérrima conservadora, que se jacta de estar a la derecha de Atila el Huno. Ahora, también tendrá que apelar a los votantes moderados para prevalecer en la segunda vuelta contra Warnock, un predicador de la Iglesia Bautista Ebenezer, donde Martin Luther King Jr. fue pastor.
La segunda vuelta será diferente a cualquier elección que el estado haya visto antes, dijo Kerwin Swint, profesor de ciencias políticas en la Universidad Estatal de Kennesaw.
“Estas carreras serán campañas nacionales ahora, con increíblemente mucho en juego”, dijo Swint.
